El Gobierno delegó en las provincias la responsabilidad de frenar la suba de contagios. En el decreto que se publicó hoy por la tarde el presidente Alberto Fernández estableció una serie de indicadores epidemiológicos que actuarán como una suerte de semáforo con los parámetros para establecer nuevas restricciones.
Tal como adelantó ayer LA NACION, la decisión de limitar la circulación de noche y de cerrar los comercios será tarea de los mandatarios provinciales; es decir, que cada provincia podrá adaptar la normativa a sus necesidades. También será potestad de los gobernadores y de los intendentes la aplicación de multas y sanciones. En el comienzo del año electoral, el Gobierno buscó así repartir la carga de una decisión antipática.
El Gobierno estableció para esto dos variables: las provincias o ciudades donde el número de contagios de coronavirus sea superior a 150 cada 100 mil habitantes en el promedio de las últimas dos semanas o que, en el mismo período, el incremento sea superior al 20 por ciento, deberán implementar medidas como la restricción de la circulación.
Según confiaron fuentes oficiales, si bien los mandatarios provinciales se comprometieron con el Presidente para poner en marcha el nuevo protocolo, lo cierto es que no hay ninguna obligación para que lo cumplan con esa responsabilidad.
“Hay que bajar la circulación y los contagios y para eso están estas medidas que también se toman en el resto del mundo: en algunos lugares de manera más rígida, en otros, menos. No podemos permitir que haya más casos y que se sature el sistema de salud. Estamos en una situación bisagra”, explicó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien advirtió que con este ritmo de contagios –los últimos tres días la cifra pasó los 13.000 contagios– peligra el comienzo del ciclo lectivo. “Si queremos que los chicos en marzo vuelvan a las aulas, tenemos que extremar los cuidados hoy”.
El gobierno nacional usó como base legal el decreto 1033 –tiene vigencia hasta el 31 de enero–, que faculta a los gobernadores “a reglamentar días y horas para las reuniones sociales en el espacio público y para la realización de las actividades económicas, deportivas y artísticas; a dictar los protocolos pertinentes para actividades deportivas y artísticas, así como para establecer requisitos adicionales a estos, siendo responsables del dictado de dichas restricciones en virtud de la evaluación sanitaria”.
En una conferencia de prensa que encabezó junto con el ministro de Turismo, Matías Lammens, y la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, el ministro coordinador sostuvo que “lo que tiene que quedar claro es que el gobierno nacional lo que fija son pautas generales, pero que después se deben adaptar a cada territorio”. Y agregó: “Lo que hacemos es encender las alarmas: los que deben implementar las medidas son los gobernadores y el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.
Hasta el momento fueron cuatro los gobernadores que pusieron reparos o anunciaron la aplicación, aunque con matices: Horacio Rodríguez Larreta (Capital), Juan Schiaretti (Córdoba), Rodolfo Suárez (Mendoza) y Gerardo Morales (Jujuy). El resto se comprometió a implementar las restricciones como acordaron con el Presidente hace dos días.
Otra de las medidas que anunció el Gobierno fue la prórroga, hasta el 31 de enero, para el ingreso de turistas extranjeros. Eso va de la mano de la reducción, en un 30 por ciento, de los vuelos al exterior.
El crecimiento de los contagios encendió la alarma. Cerca del Presidente reconocieron que durante diciembre un relajamiento general de la sociedad respecto de los cuidados, aunque pusieron el foco en los jóvenes, que hoy representan 4 de cada 10 nuevos enfermos.
“En el verano, cuando hay mayor circulación y mayor cantidad de actividades autorizadas, la nocturnidad promueve los contagios porque las medidas se suelen relajar”, detalló Vizzotti. La número dos de Salud resaltó que acciones como la restricción de las actividades nocturnas «pueden impactar positivamente en ralentizar el aumento de casos».
Lammens, en tanto, destacó que el objetivo del gobierno nacional es mantener la temporada. “Lo importante tiene que seguir siendo la temporada de verano, que cada uno de los prestadores de turismo que han hecho una inversión para respetar los protocolos, pueda seguir adelante y completarla hasta el mes de marzo y para que eso suceda los cuidados tienen que ser cada vez más estrictos”, explicó.