La Conferencia Mundial sobre el Clima COP26 en Glasgow está transitando su última semana de negociaciones claves para afrontar la crisis climática, por lo que debatirá durante la jornada de hoy un tema crucial: el transporte. Bajo este marco, representantes de al menos 24 gobiernos, empresas y otras organizaciones influyentes en el sector automotriz acordaron una declaración conjunta para que todas las ventas de automóviles y camionetas nuevas sean de cero emisiones a nivel mundial para el año 2040 y para 2035 como tarde en los principales mercados.
Entre los que ratificaron el documento, se encuentran grandes emisores como Canadá, Kenia, Ruanda, India y Ghana, además de importantes fabricantes, como Ford, General Motors, Mercedes- Benz, Volvo, y JLR.
Sin embargo, la ausencia de las mayores economías se hace notar. Alemania anunció que, a pesar de apoyar el acuerdo, no firmaría hasta que no se forme oficialmente el gobierno que sucederá al de Angela Merkel. Por su parte, el ministro de Transporte, Andreas Scheuer, rechazó el acuerdo ayer ya que duda sobre la producción de energía renovable pero utilizando tecnología que quema combustibles fósiles.
China, el mayor mercado automotriz del mundo, y Estados Unidos, el segundo mayor mercado, tampoco están entre los firmantes, aunque sí figuran en el apartado de “ciudades, estados, y gobiernos regionales” el estado de California, Washington, y Nueva York, entre otros.
La Unión Europea tampoco puede firmar hasta que no esté ratificado por todos los parlamentos.
“Los planes de electrificación de la industria del automóvil la sitúan por delante de los reguladores en materia de acción climática. Pero eso no durará si no hay objetivos reales para acabar con las emisiones de los coches en 2035 en los mercados principales. Estados Unidos y Europa, especialmente Alemania, tienen que liderar”, indicó Julia Poliscanova, directora senior de vehículos y e-movilidad de T&E.
En cuanto a América Latina, Chile, Paraguay y Uruguay aceptaron el acuerdo, al igual que ciudades como San Pablo, La Paz, y Buenos Aires.
En octubre, el Gobierno nacional argentino anunció que a partir de 2041 como fecha límite no se vendan más vehículos cero kilómetro con motor de combustión interna, en el marco del proyecto de Ley de Promoción de la Movilidad Sustentable, un compromiso también asumido por México, Chile y Paraguay.
La declaración
El acuerdo propone una transición acelerada para dejar atrás los vehículos que utilizan gasolina y diésel y sustituirlos por una “nueva normalidad” de transporte con cero emisiones, “haciéndolos accesibles, asequibles y sostenibles en todas las regiones para 2030″.
Además, los firmantes prevén lograr nuevas oportunidades de lo que se conoce como empleos verdes, al tiempo que aseguran beneficios para la salud pública al mejorar la calidad del aire. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire es responsable de la muerte de siete millones de personas en todo el mundo cada año.
“Reconocemos que, junto con el cambio a vehículos de emisiones cero, un futuro sostenible para el transporte por carretera requerirá una transformación más amplia del sistema, incluido el apoyo para viajes activos, transporte público y compartido, así como abordar los impactos completos de la cadena de valor de producción, uso y eliminación de los vehículos”, señala el documento.
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) globales del sector del transporte cayeron en más de un 10% en el 2020 gracias a las restricciones relacionadas con el coronavirus, según el último reporte de la Agencia Internacional de la Energía (IEA). No obstante, la demanda de transporte está repuntando, lo que supone que, para lograr un escenario de cero emisiones netas para 2050, las emisiones de este sector caigan en un 20% para el 2030.
El transporte es el responsable del 24% de las emisiones directas de dióxido de carbono (CO2) de la quema de combustibles y, si bien las emisiones de la aviación y el transporte marítimo han aumentado a gran escala en los últimos años, los vehículos de carretera – como autos, camionetas, colectivos y vehículos de dos y tres ruedas- representan casi tres cuartas partes de las emisiones de CO2 del transporte.