El jefe de Gobierno porteño aclamó la victoria de Sara Majorel ante Verónica Crescente; por otra parte, calificó a la misa que hizo el oficialismo en Luján como un “extremo” y advirtió: “La grieta está llegando hasta la propia Iglesia”
Anoche, la candidata de Juntos por el Cambio (JxC) en la ciudad cordobesa de Marcos Juárez, Sara Majorel, se impuso ante la schiarettista Verónica Crescente y de esta manera la oposición interpretó que estaba resguardado su “kilómetro cero” en la campaña a nivel país. “Lo tomamos como un espaldarazo al proyecto nacional”, dijo esta mañana y bajo esa línea el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien -pese a no haberlo confirmado- aparece como uno de los presidenciables para 2023.
De esta forma, Majorel sucederá al actual intendente Pedro Delarossa, administración de la que también formó parte Crescente antes de virar hacia la fuerza que comanda el gobernador cordobés Juan Schiaretti.
En tanto Rodríguez Larreta, que había participado de la campaña en Marcos Juárez, dijo haber visto “mucho entusiasmo” en la población de esa ciudad de poco más de 24.000 habitantes, según el censo de 2001. “Se venía trabajando muy bien, es gratificante que la gente valore el trabajo de Pedro a través del voto a Sara Majorel, pero también es cierto que tiene una connotación nacional, lo tomamos como un espaldarazo al proyecto nacional de Juntos por el Cambio”, analizó el mandatario capitalino.
“Ojalá haya muchas Marcos Juárez a lo largo del país”, arengó en Cadena 3 Rodríguez Larreta, quien destacó el carácter productivo de esa zona de Córdoba, adonde llegó la plana mayor de Juntos por el Cambio para apoyar la candidatura de Majorel y, parte de ella, para celebrar la victoria de la referente local anoche. “Fue una muestra de unidad de Juntos por el Cambio, eso también es una señal. Haber mostrado unidad del equipo nacional y provincial ayudándolo a Pedro y que nos haya dado el triunfo es un mensaje para todo el país”, aseveró el titular del Ejecutivo de la Capital, tras una serie de fricciones fuertes que tuvo con el ala dura de la coalición, representada sobre todo en la titular de Pro, Patricia Bullrich.
Asimismo, el jefe de Gobierno porteño insistió con que Córdoba es “importantísima” para la estrategia opositora en el país. “Es muy importante que se pueda trabajar de forma coordinada entre el proyecto nacional al que aspiramos con la provincia”, sostuvo Rodríguez Larreta, que de todas formas evitó mencionar quién sería su alfil en ese territorio en caso de competir a la Presidencia el año próximo. Fiel a su estilo mesurado, deslizó que a eso lo tienen que decidir los propios cordobeses y no él.
Después de que Schiaretti felicitara a Majorel por su triunfo y ella le agradeciera, Rodríguez Larreta contó que hace un tiempo que no habla con el gobernador, pero aclaró que siempre tuvo con el mandatario peronista “una buena relación institucional”, sobre todo durante la pandemia. “Hoy él no es parte de Juntos por el Cambio, nosotros estamos trabajando para consolidar a nuestros candidatos, como apoyamos a Majorel vamos a apoyar a todos los candidatos a lo lago de todo el país”, acotó.
“La grieta está llegando hasta la propia Iglesia”
Ya adentrado en el panorama nacional, el referente de Pro presentó duros cuestionamientos a la misa que reunió al oficialismo el sábado pasado en la Basílica de Luján para repudiar el ataque a Cristina Kirchner. “Me parece un extremo”, aseguró Rodríguez Larreta en cuanto a esta celebración religiosa a la que no acudió ningún dirigente de la cúpula opositora pese a haber sido invitados por el intendente local, Leonardo Boto, de acuerdo a lo que refirieron desde el Frente de Todos.
Además, entendió que hubo una “partidización” del atentado contra la vicepresidenta y lanzó: “Es una necesidad terminar con la grieta. La grieta está llegando hasta la propia Iglesia, muestra el daño que le hace la grieta a la Argentina, tenemos que terminarla”.
En ese sentido, Rodríguez Larreta se quejó de que el gobierno comandado por Alberto Fernández haya perdido una oportunidad de llamar a la unidad de los argentinos. “Desde la primera noche mostró una vocación de politizarlo, partidizarlo, echando culpas a la prensa, a la Justicia, a la oposición”, cuestionó el dirigente cambiemita, quien dijo que desde la Casa Rosada no muestran “ninguna vocación al consenso”.