Los preparativos para el discurso de apertura del año legislativo del presidente Javier Milei, previsto para este viernes a las 21, en un cambio de horario que no registra antecedentes, avanzan en todos los niveles: político, de seguridad y protocolar. El mandatario, que mantiene su agenda activa y este miércoles tuvo reuniones con los legisladores de su espacio y un almuerzo con Cristian Ritondo, jefe de la bancada de Pro, trabajará en el armado de su mensaje a lo largo de las próximas horas. Según aseguran estrechos colaboradores del mandatario, en el discurso no se espera que haya anuncios económicos específicos y, en principio, tampoco la mención a nombres propios. Pero sí “una sorpresa”, prometen, guardada bajo siete llaves.
El mensaje tendrá una cierta “espectacularidad”, adelantan, y se extenderá a lo largo de casi 40 minutos. Allí, habrá alusión a irregularidades que se encontraron de la gestión anterior, pero, deslizan, “no todo, porque la gente se va a dormir”. Los resultados de diferentes auditorías ordenadas en diferentes áreas son “demoledores”, afirman. “Donde mirás hay un desastre, una caja, un curro”, resumió días atrás ante este diario otra importante voz libertaria.
En el discurso también se prevé que el Jefe de Estado explique la herencia económica, política y el estado de situación en que recibió el país, en diciembre último, tras cuatro años del gobierno de Alberto Fernández. “No sólo en términos macro”, adelantan.
Milei pronunciará su mensaje en medio de un clima de tensión luego de las profundas diferencias que marcó con los legisladores tras el fallido debate de la ley ómnibus, herramienta central para la administración libertaria. El mandatario llamó “nido de ratas” a la Cámara Baja y tildó de “extorsionadores” y “coimeros” a los diputados. A eso se sumó la escalada de cruces con los gobernadores, principalmente con el de Chubut, Ignacio Torres, que recibió un respaldo casi unánime de sus pares. Este miércoles, en la Casa Rosada, no dudaban en afirmar que Torres “bajó un cambio” en las últimas horas y que los mandatarios que se alinearon casi instantáneamente con él “se comieron un chasco”.
A nivel conceptual, en el discurso, destacan que el líder libertario explicará “las medidas que se tomaron en estos poco más de dos meses de gestión” y se descuenta un casi seguro cuestionamiento a la dirigencia política. En tanto que para el final, se prevé “una sorpresa”, aunque, como el detalle de todo lo demás, está guardada bajo siete llaves.
Cuando le hable a la sociedad, se espera que el Presidente explique las decisiones que está tomando para ingresar a los que sus funcionarios definen como “el proceso de la corrección de la macro”, en la que admiten que se esperan meses duros, pero confían que está “la luz al final del túnel”.
En las filas libertarias hay optimismo respecto de que se vuelva a tratar la denominada Ley de Bases. Sostienen que, “más tarde o más temprano, se va a aprobar”. Con confianza, y pese a la tensión que el Gobierno construyó incluso con la oposición dialoguista, aseguran: “Hay un escenario para lograr la aprobación a libro cerrado”. Pero evitan dar mayores explicaciones. Recién después, admiten, se podría discutir la cuestión fiscal, principal eje de tensión con las provincias.
Milei dará su discurso en el recinto de la Cámara baja y no afuera, en la explanada del Congreso –se trata de un “acto cuyo formato institucional está determinado”, explican en el Gobierno–, pero el operativo de seguridad será similar al del acto de diciembre pasado.
Este martes por la tarde hubo una reunión por el operativo de seguridad. Participaron la Casa Militar, encargada de la seguridad presidencial y coordinadora del operativo, bajo la órbita de Alejandro Guglielmi; el secretario de Seguridad Nacional, Vicente Ventura Barreiro, y representantes de las cuatro fuerzas federales: Policía Federal (PFA), Prefectura Naval (PNA); Gendarmería Nacional (GNA) y Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). También estarán afectados al operativos la Policía de la Ciudad, el SAME y las áreas de tránsito.
Se estableció que para este viernes se pondrán a disposición unos 5000 efectivos de seguridad. Según aseguraron fuentes del área, aún no está definido si Milei irá al Congreso de la Nación desde Casa Rosada o desde Olivos, aunque parece tener más posibilidades la primera opción. De cualquier modo, ya está establecido que se vallará toda la Avenida de Mayo desde la sede de Gobierno hasta el Parlamento. La avenida Callao lo estará hasta la intersección con Perón y desde la avenida Rivadavia hasta la de Belgrano, a cuatro cuadras de allí. A la salida del Congreso, el mandatario tendrá la presencia del Regimiento de Granaderos, también a la altura de la calle Perón.
En referencia al cambio de horario, que históricamente se hizo a las 12 y esta vez será a las 21, en el oficialismo apuntan a que para la modificación siguieron una lógica que “se usa en otros países del mundo” y admiten que, por sobre todas las cosas, “asegura un pico de rating”. “Su canal de comunicación con la gente es la televisión y las redes sociales, y así nos aseguramos que la mayor cantidad de personas lo puedan ver”, argumentan en el oficialismo.
Sobre el clima político al interior del recinto, en las filas libertarias afirman que esperan “insultos y carteles del kirchnerismo” y aseguran que días atrás les llegó el dato de que diputados de Juntos por el Cambio (JxC) podían llegar a levantarse de sus bancadas en caso de que el mandatario arremetiera, como se descuenta que lo hará, contra ellos o algunos de sus movimientos. Esas actitudes podrían venir “del radicalismo o la Coalición Cívica”, conjeturan en la Casa Rosada.
En las filas libertarias juran no temer a posibles cacerolazos durante o luego del mensaje presidencial: “Cuando los hubo fueron pocos y no espontáneos”, afirman. Tampoco temen la posible presencia en la calle de sectores de izquierda o ligados a los movimientos sociales. “Para ellos está fuera del horario laboral”, ironizan.
A Milei, cuentan, nada de todo eso lo afecta. Por el contrario, quienes conocen de cerca al Presidente repiten con convicción una frase: “A mayor presión, él funciona mejor”.