La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, mantendrá su primer encuentro con Donald Trump durante la cumbre del G7 en Canadá, un espacio considerado neutral que le permitirá controlar mejor la agenda y enfocarse en temas de interés regional como comercio y migración, evitando el formato bilateral que podría resultarle desfavorable. Expertos señalan que esta cita representa una oportunidad para Sheinbaum de fortalecer la posición mexicana en un escenario internacional mientras aborda asuntos como las remesas, el fentanilo y la cooperación económica, sin centrarse esta vez en temas de seguridad interna.
El contexto de tensiones por las redadas contra migrantes en California y la política interna de Estados Unidos influyen en este encuentro. Mientras Trump busca capitalizar el tema migratorio para obtener réditos políticos, enfrenta críticas incluso dentro de su propio partido por los efectos negativos de sus medidas económicas. Las analistas consideran que Sheinbaum puede aprovechar este flanco para destacar la relevancia de la mano de obra mexicana en sectores clave de la economía estadounidense, subrayando los aportes fiscales y laborales de los migrantes.
La ubicación en Canadá también ofrece la posibilidad de plantear una perspectiva trilateral con Estados Unidos y Canadá en torno al tratado comercial T-MEC, contrarrestando posibles tendencias proteccionistas. Además, el foro permite a México lanzar mensajes multilaterales sobre derechos humanos y otros temas sensibles para Trump, quien es visto como impredecible y volátil en la arena diplomática. La estrategia de prudencia y mesura de Sheinbaum buscará minimizar riesgos y maximizar ventajas en un escenario de alta incertidumbre política.