El bloque de diputados del Frente de Todos intentó, sin éxito, realizar este mediodía la última sesión del año en la Cámara de Diputados. La mayoría de los bloques opositores decidió no dar quorum porque el temario del oficialismo fue elaborado de manera unilateral y sin consenso. Así las cosas, la parálisis parlamentaria, que mantuvo inactiva a la Cámara desde la escandalosa sesión del 1° de diciembre pasado, se extenderá hasta marzo próximo, a menos que el Poder Ejecutivo convoque a sesiones extraordinarias en febrero.
El jefe del bloque oficialista, Germán Martínez, no disimuló su malestar por la sesión fallida. Había logrado reunir 124 diputados sentados en sus bancas, a cinco del quorum. Lo acompañaron los bloques de izquierda y de Provincias Unidas, sus tradicionales aliados, pero no alcanzó. Martínez confiaba en que iba a contar con el aporte de Evolución Radical, que hasta último momento le había prometido que asistiría al recinto para votar la creación de ocho nuevas universidades.
“Si hoy estamos aquí sin quorum era porque nosotros, hasta dos minutos antes del inicio de la reunión de Labor Parlamentaria, teníamos un acuerdo político para construir el quorum. Y el bloque de Evolución lamentablemente luego nos comunicó que no iban a poder dar quorum”, reprochó Martínez.
¿Qué explica la marcha atrás del bloque de Evolución? El argumento oficial de la bancada, que responde al senador Martín Lousteau, es que no estaba de acuerdo con el proyecto que instrumenta un plan de pagos de deudas previsionales, iniciativa promovida por el kirchnerismo y que ya cuenta con media sanción del Senado. Empero, la inclusión de este proyecto en el temario se conocía desde el lunes pasado, cuando el Frente de Todos convocó a sesión especial. Aun así, los voceros de Evolución anticiparon que darían quorum.
Germán Martínez atribuyó esta defección a la presión política y mediática que se ejerció sobre la bancada para que no se desmarcara de Juntos por el Cambio, que había anticipado que no daría quorum.
Lo cierto es que, además del desplante de Evolución, el Frente de Todos también tuvo dos bajas propias en el recinto, una de ellas resonante: la del santafecino Roberto Mirabella, un hombre del gobernador Omar Perotti, quien anunció que no dará quorum porque el bloque se ha negado, durante todo este año, a poner en debate iniciativas que le interesan a su provincia.
Indignado, el santafecino pegó un portazo y partió hacia su provincia. “No descarta romper con el bloque”, advirtieron sus voceros.
Un conejo de la galera
Cuando al mediodía los legisladores de Evolución Radical le adelantaron a Martínez que no asistirían al recinto, la cúpula del Frente de Todos se enfrentó al riesgo cierto del fracaso de la sesión. A último momento sacó un conejo de la galera y, durante la reunión de Labor Parlamentaria, le propuso a la oposición incluir en el temario el proyecto para una nueva regulación de los alquileres, una iniciativa largamente reclamada por la oposición. La propuesta tomó por sorpresa a los opositores, aunque finalmente la rechazaron.
En conferencia de prensa, jefes de bloque Cristian Ritondo (Pro), Mario Negri (UCR), Juan López (Coalición Cívica) y De Loredo (Evolución Radical) acusaron al oficialismo de intentar “tenderles una trampa”.
“El Frente de Todos unilateralmente convocó a una sesión especial sin consenso. Luego de advertir que no tienen quórum decidieron de forma inconsulta ampliar el temario incluyendo la ley de alquileres, intentando una nueva trampa, ya que el dictamen de mayoría es de ellos y de tratarse solo empeoraría la ley vigente”, advirtieron.
“Juntos por el Cambio y otros bloques opositores firmantes del dictamen de minoría hace meses estamos intentando construir una ley de consenso que mejore la ley vigente. A su vez, en reiteradas oportunidades, le hemos solicitado al oficialismo que convoque a los jefes de todos los bloques para consensuar una agenda de trabajo. Reiteramos nuestra vocación de diálogo y búsqueda de consensos para trabajar en esta Cámara de Diputados sin manoseos ni artimañas y con la seriedad que la labor parlamentaria exige”, concluyeron.
Con esta postura unívoca, Juntos por el Cambio logró esquivar el frente de tormenta que se le venía luego que sector del radicalismo insistiera en dar quorum. En Juntos por el Cambio miran con recelo a los radicales de Evolución, una bancada que responde al senador Martín Lousteau y tiene como principales referentes a los diputados Rodrigo De Loredo –que aspira a la gobernación de Córdoba– y a Emiliano Yacobitti, también vicerrector de la UBA. Yacobitti fue uno de los principales interlocutores del ministro de Economía, Sergio Massa, a la hora de acercar posiciones para aprobar el presupuesto 2022. Gracias a ello, las universidades y la UBA en particular lograron un importante refuerzo en sus partidas.
En la sesión frustrada de hoy, el oficialismo se proponía crear ocho universidades: la del Delta, la de Saladillo, la de Pilar -estas tres tuvieron despacho en el mes de agosto-, la Universidad Nacional de La Cuenca del Salado (Cañuelas), la de Ezeiza, la de Madres de Plaza de Mayo (CABA), la de Río Tercero (Córdoba) y la Juan Laurentino Ortiz, con sede central en la ciudad de Paraná, Entre Ríos.
Además de los proyectos de creación de nuevas universidades –la mayoría de las cuales emplazadas en Buenos Aires–, el oficialismo pretende convertir en ley la iniciativa que instrumenta un Plan de Pago de Deuda Previsional, ideado por el kirchnerismo en el Senado.
El Frente de Todos quiere apurar la sanción de la norma ya que el 31 de este mes vence la actual moratoria; la oposición advierte que el impacto fiscal, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, sería del 0,27% del PBI para el primer año de aplicación, mientras que treparía al 0,42% del PBI durante el segundo año. La iniciativa no establece en su articulado qué fuentes de financiamiento se utilizarán para costear el programa.