CÓRDOBA.– En los últimos días, unos 40 intendentes radicales de Córdoba sumaron su apoyo a la candidatura presidencial del ministro de Economía, Sergio Massa, lo que generó más tensiones en Juntos por el Cambio (JxC), que supo construir su fortaleza en este distrito. La semana pasada un grupo de estos jefes comunales se reunió con el gobernador riojano Ricardo Quintela y después otro grupo lo hizo con el santiagueño Gerardo Zamora. De ambos encuentros participó, por videoconferencia, el candidato presidencial del oficialismo. En esta provincia llama la atención porque, públicamente, se mostraron más radicales que peronistas con el postulante.
En esta provincia, JxC emitió, después del apoyo de Mauricio Macri y Patricia Bullrich a Javier Milei, un documento en el que aseguran que priorizan la unidad y “respetan la libre elección de los argentinos”, sin tomar parte por ninguno de los que se enfrentan en el balotaje del domingo próximo.
En los hechos, la alianza aparece licuada. Hubo dirigentes que se fueron con el peronismo cordobés antes de las elecciones locales y las derrotas posteriores tanto a nivel provincial como nacional tuvieron un precio para todos los partidos que la integran. En ese contexto, los pronunciamientos de preferencias entre Milei y Massa son personales, salvo estos casos de los intendentes que fueron en grupo.
La UCR cordobesa hoy no tiene liderazgo. Está fracturada en diferentes segmentos y, ante esa situación, hay intendentes y dirigentes que decidieron hacer su juego. El presidente del partido, Marcos Carasso, hasta el momento se mantiene neutral; en la misma posición se presentan Ramón Mestre, el exintendente de la ciudad capital y el diputado nacional de la línea Evolución, Rodrigo de Loredo, excandidato a intendente de la capital cordobesa.
Entre los jefes comunales que fueron a las reuniones por Massa hay de todas esas líneas. Varios, después se comunicaron con autoridades de la UCR local, para decir que habían asistido “para destrabar obras y fondos” antes del cambio de gobierno. Incluso desde el partido indicaron que hay localidades “de muy pocos votos” y que esas actitudes “no comprometen ni a la estructura radical ni al Foro de Intendentes”.
Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero, la ciudad más grande en manos del radicalismo, dijo a FM Sol: “Ya me inflaron las pelotas. Soy un ciudadano más, tengo derecho a votar a quién quiera. No podemos enojarnos porque ganó el que no me gusta. Quería que gane Juntos por el Cambio, pero no pasó”. En esa línea se declaró neutral.
Del encuentro con Quintela participaron, incluso, algunos legisladores radicales electos que hábilmente desaparecieron de la foto. En esa reunión hubo también peronistas de los departamentos del noroeste provincial. A la cena con Zamora fueron 25, todos intendentes de la UCR de la misma zona. La estrategia es la misma que aplicó el santiagueño en 2019, sumándole apoyos a Alberto Fernández.
Massa estuvo dos días de gira en Córdoba la semana pasada intentando sumar votos en el distrito más antikirchnerista del país. En las últimas horas se filtraron versiones de que las mediciones posteriores a esa visita no mostrarían la mejora esperada por el sector. El gobernador Juan Schiaretti siguió criticándolo públicamente y, sostuvo su posición en la reunión institucional que mantuvo el lunes con Estela de Carlotto, con quien habló de política, según reconoció la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
Ayer estuvo el secretario de Industria, José de Mendiguren, quien estuvo en las automotrices instaladas en Córdoba. Invitó a que lo acompañaran al intendente y gobernador electo, Martín Llaryora y al ministro de Producción, Eduardo Accastello. Ninguno de los dos se sumó.