La víctima de 24 años había sido contratada para cuidar a una persona mayor: terminó trabajando un puesto clandestino sin posibilidad de salir a la calle
Una mujer de 24 años estuvo más de un mes secuestrada con su hija de cuatro en un departamento del barrio de Flores. El martes 28 de abril había llegado seducida por una propuesta laboral a un domicilio sobre la calle Bogotá al 3100, entre Helguera y Cuenca, pleno eje comercial dominado por la avenida Avellaneda. Le habían pagado un traslado en remis desde su domicilio en la localidad de Pacheco: incluso le habían tramitado un permiso de circulación por la emergencia sanitaria. La propuesta era cuidar a una persona mayor por 18 mil pesos.
Exactamente un mes después, el último jueves de mayo, su hermana llamó a la central de emergencias 911 denunciando que tenían a su hermana encerrada en una vivienda a la que había llegado engañada. La División Delitos de Trata, dependiente de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, comprobó luego de una serie de tareas investigativas que la joven era explotada por dos mujeres que no la dejaban salir a la vía pública.
Los efectivos corroboraron que la mujer, al momento de llegar al departamento convocada por una propuesta laboral, se dio cuenta que había sido engañada: su tarea no era cuidar a una persona de edad avanzada sino atender, obligadamente, un comercio ilegal de venta de comida que funcionaba en un departamento a través de una ventana con rejas. En efecto, la joven estaba encerrada y era explotada por dos mujeres.