El Gobierno envió ayer al Congreso el Informe de Avance del presupuesto 2021, un documento en el que se proyecta una caída de la economía cercana al 10% para 2020 y, sin entrar en detalles, se sugiere que el año próximo se mantendrá el impuesto a la compra de dólares y el aumento de las retenciones a las exportaciones agrícolas, y se avanzará hacia un sistema tributario «más progresivo y al servicio de la inversión productiva».
Como adelantó el diario La Nación, en el apartado dedicado a la política tributaria, el documento dice: «A partir de reconfiguraciones del impuesto a las ganancias, la restitución de las alícuotas en el impuesto sobre los bienes personales, el impuesto a los créditos y débitos bancarios, las retenciones a las exportaciones y los impuestos internos así como a través de la creación del Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), se inició un sendero de recuperación de los ingresos tributarios».
A partir de un análisis muy crítico de la gestión económica del gobierno de Mauricio Macri y una reivindicación sin fisuras del viraje producido a partir del 10 de diciembre, el informe sostiene que las políticas aplicadas en los primeros tres meses de gobierno de Alberto Fernández habían empezado a mostrar sus efectos positivos, hasta que la llegada de la pandemia del coronavirus cambió el escenario por completo.
El Informe de Avance es un documento que, por ley, el Poder Ejecutivo debe entregar el 30 de junio, como paso previo al envío del proyecto de presupuesto, programado para el 15 de septiembre. A yer, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, inició una ronda de reuniones con los ministros para cumplir con esos plazos. Ayer estuvo con Claudio Moroni (Trabajo) y hoy se verá con Mario Meoni (Transporte), Daniel Arroyo (Desarrollo Social) y Nicolás Trotta (Educación). En todos los encuentros estarán presentes el ministro de Economía, Martín Guzmán, y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca. Este año, el Gobierno decidió funcionar sin presupuesto, prorrogar el de 2019 y habilitar al jefe de Gabinete a reasignar partidas sin límite.
En línea con la posición del Presidente, en el Informe de Avance del presupuesto 2021 se afirma que la caída económica no responde a la cuarentena sino a la pandemia, y se argumenta que el derrumbe golpeará por igual a países con distintas estrategias de distanciamiento social. Si bien en el conjunto de economías regionales se verificaron estrategias sanitarias heterogéneas respecto a la severidad de las medidas de distanciamiento social, las perspectivas económicas para cada una de las economías marcan recesiones con profundidades similares. Esta evidencia apoya la hipótesis de la falsa dicotomía entre salud y economía.
En ese sentido, los primeros datos efectivos acerca de la dinámica de la producción industrial en variadas economías a lo largo del mundo refuerzan el argumento que postula a la pandemia como la principal causa del derrumbe económico. «Mientras que la producción industrial en la Argentina cayó 33,5% interanual en abril, en India lo hizo al 64,3%, Perú 54%, Italia 43,7%, España 37,8%, Francia 37,1%, Colombia 35,8%, México 35,3% y Brasil y Alemania 31,3%», se detalla, con datos del Ministerio de Desarrollo Productivo.
A renglón seguido, se informa que solo en marzo se perdieron 105.000 puestos de trabajo registrados. Ante semejante cuadro recesivo, el Gobierno, se destaca en el documento, aplicó
un paquete de ayuda fiscal de 1,4 billones de pesos, entre recursos directos e indirectos, equivalente al 5% del PBI. Como contrapartida, la Casa Rosada reconoció un crecimiento marcado del déficit fiscal. Entre enero y mayo de 2019, «la Administración Pública Nacional registró un resultado primario deficitario, en base devengado, de $670.370 millones y un resultado financiero también deficitario de $931.713 millones».
En los primeros cinco meses del año, se detalla en el documento, la menor ejecución presupuestaria se registró en el área de vivienda y urbanismo, en la que sólo se ejecutó el 13,5% del presupuesto vigente. En cambio, en «promoción y asistencia social» se alcanzó el 58,8% y en salud, el 51,8%.
La última parte del documento está destinada a definir, a grandes trazos, cuál será la orientación del presupuesto 2021. Uno de los primeros apartados es el de la política tributaria. «Estará orientada a objetivos que favorezcan la sostenibilidad fiscal, la progresividad, la producción y los incentivos a la generación y formalización de empleo y el aumento de las exportaciones», dice. Después agrega: «Necesitamos también una estructura tributaria más simple, moderna y eficaz».