Los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli pidieron licencia en sus trabajos a cuenta de sus días de vacaciones para evitar convalidar los decretos por los cuales se los trasladó de sus cargos, y le suman presión a la Corte para que se pronuncie sobre sus reclamos de estabilidad.
Según publicó el diario La Nación, los tres jueces de este modo no se presentaron en los lugares donde fueron trasladados por decreto y pidieron licencia. Un modo de obtener – a falta de una sentencia judicial de la Corte- una respuesta -por vía administrativa- sobre su futuro laboral.
Mientras tanto, y con este escenario de fondo, la Corte Suprema de Justicia se reunirá mañana para analizar las alternativas del caso y no se descarta una decisión, aunque menor, no sobre el fondo del problema.
Bruglia y Bertuzzi eran jueces de tribunal oral federal y en 2017 y 2108 fueron trasladados a la Cámara Federal. Desde allí confirmaron los procesamientos de Cristina Kirchner por la causa de los cuadernos de las coimas. Germán Castelli era juez de tribunal oral federal en San Martín y fue trasladado a un tribunal oral federal de la Capital que fue sorteado para juzgar a la vicepresidenta por el mismo caso.
El kirchnerismo promovió en el Senado la anulación de estos traslados y el presidente Alberto Fernández decretó que debían regresar a sus antiguos lugares. Los camaristas reclamaron a la Justica para evitar ser trasladados, pero cosecharon fallos adversos y ahora esperan una decisión de la Corte.
Con el decreto presidencial del jueves pasado, los tres camaristas deberían haber empezado a trabajar en sus antiguos lugares, pero como aún cuestionan por la vía judicial esa decisión lo que hicieron es pedir una licencia.
Bruglia y Bertuzzi eludieron pedirla en la Cámara Federal (por temor a que los denuncien por desobediencia porque sería desconocer los decretos de traslado) y también eludieron pedirla en la Cámara de Casación o en los tribunales adonde fueron trasladados (porque sería reconocerle validez al último decreto de traslado).
Así las cosas, fueron directamente con un escrito ante el presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, en el que les piden 15 días hábiles de licencia, compensatoria de vacaciones no gozadas, por haber trabajado durante ferias judiciales.
«Incertidumbre laboral»
Los jueces desplazados pidieron a la Corte porque tiene superintendencia sobre todo el Poder Judicial y señalaron que motiva esta solicitud «la situación de incertidumbre laboral» porque sus reclamos al máximo tribunal no han tenido respuesta.
De igual modo se comportó el camarista Castelli. Pidió licencia a la Cámara de Casación, que es el tribunal de superintendencia sobre los tribunales orales de Capital. Le presentó una nota a la jueza Angela Ledesma, presidente de la Casación, en la que le señala «se sirva concederme licencia compensatoria desde el próximo 21 del corriente mes y año al 6 de octubre próximo, ambos inclusive, en virtud de haber permanecido en funciones durante 16 días corridos de enero 2017».
Castelli le explicó que pedía la licencia porque el decreto de Fernández que lo traslada de regreso a San Martín está cuestionado judicialmente y a la espera de un fallo de la Cámara Contencioso Administrativo Federal y de la propia Corte Suprema de Justicia.
Teniendo en cuanta la «gravedad institucional que conlleva la decisión adoptada por el Poder Ejecutivo, que vengo a solicitar a esa Cámara Federal, en razón de las facultades de superintendencia conferidas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que me conceda la licencia especificada, hasta tanto el Alto Tribunal resuelva de manera definitiva los reclamos judiciales en torno a la cuestión de la validez del traslado», escribió Castelli.
La jueza Ledesma ya le respondió y lo mandó a pedir la licencia al tribunal oral federal de San Martín donde indicaba el decreto de Alberto Fernández, pues no hay nada que la haga presumir que esa norma sea inválida. Le dijo que se remitía a las decisiones anteriores de la Casación y la Corte y que pida la licencia mediante oficio electrónico a la Corte previa conformidad del tribunal de San Martín.
Y allí fue el juez Castelli, con un oficio pidiendo – bajo protesta- a la presidenta del Tribunal Oral Federal N° 3 de San Martín, Nada Flores Vega, 15 días hábiles de licencia, dejando constancia que ello no implicaba reconocer el decreto de Alberto Fernández que lo trasladó de regreso a ese tribunal.
En paralelo, los camaristas Bruglia y Bertuzzi habían enviado la semana pasada otro pedido de licencia, esta vez extraordinaria. El máximo tribunal le remitió ese pedido de licencia extraordinaria a la Casación que lo tratara en su reunión de superintendencia, sin muchas probabilidades de que sea concedido.