La inflación de enero fue del 4% y mantuvo el nivel recalentado del último trimestre.
Según publicó el diario La Nación, el Indec informó que en el primer mes del año la suba de precios fue de 4%. La inflación núcleo, una marca de los precios libres más allá de regulaciones y estacionalidad, fue de 3,9%, un punto por debajo de lo registrado hace tan sólo 31 días, en diciembre, lo que fue visto como un punto positivo por algunos economistas privados consultados.
Sin embargo, el número que preocupa es el salto de los alimentos en el IPC: aumentaron un 4,8% (superaron el 5% en otras regiones medidas por el organismo). Es el incremento más elevado desde noviembre de 2019 (5,3%), pese a que en octubre de 2020 ya había registrado una suba similar a la de este último mes. La variación más elevada de la serie IPC nacional para ese sensible capítulo fue 7% en septiembre de 2018.
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En el último trimestre de 2020, la inflación se aceleró superando el techo de 3% y se mantuvo así con un pico de 4% en diciembre (4,9% en la medición núcleo). Los analistas privados consultados por el Banco Central (BCRA) para el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) revisaron (0,2 puntos) al alza sus previsiones de inflación para el año, a un 50%.
La inflación terminó 2020 con un alza de 36,1%, casi 20 puntos menor a la suba de precios de 2019, pero con precios congelados o regulados, vigilancia estricta del dólar (brecha cambiaria), tarifas sin cambios, licuación salarial y jubilatoria, y en medio de la peor recesión desde 2002.
El presupuesto oficial prevé una inflación de 29% y el Gobierno ya adelantó que para lograrla cuenta con herramientas. La primera será el atraso cambiario con devaluaciones del peso a un ritmo menor al de 2020. La segunda estará vinculado al atraso tarifario. Allí, pese a que Hacienda afirman que habrá alzas para mantener estables los subsidios del año pasado con relación al PBI, Cristina Kirchner anunció que no habrá subas de más de 9%.
En la primera reunión del Gobierno con los gremios, el ministro de Economía, Martín Guzmán, cuestionó que el mercado extrapole lo que ocurrió con los precios en el último trimestre. Dijo que, por la pandemia, en ese período se registró un salto de los precios internacionales por el cambio de la demanda global: más alimentos y menos servicios. Ayer, el Gobierno, tras la reunión con la mesa de enlace, dijo que se buscarán herramientas superadoras para «desacoplar» precios internacionales e internos y que no quiere aplicar retenciones o cupos.
Las mayores subas del mes se registraron en Comunicación (15,1%), Restaurantes y hoteles (5,4%), Recreación y cultura (4,8%) y Alimentos y bebidas (4,8%), según el Indec.
La política antiinflacionaria del Gobierno osciló el fin de semana entre las amenazas con más controles de precios y aumentos de derechos de exportación (más presión sobre el apuntado sector privado) a una mirada más cercana al mercado esgrimida por el propio Guzmán, el ministro que encabeza las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con los gremios y con los industriales en Tucumán, Guzmán afirmó que la inflación es un problema macroeconómico y que es preciso ordenar las cuentas fiscales y ser precavidos con la emisión, que en medio de la pandemia fue de $2 billones en 2020. El rojo fiscal será de 4,5% de déficit primario con relación al PBI este año, según las proyecciones oficiales en el presupuesto. El 60% será financiado con emisión.
En el Ministro de Economía estimaron que el «aumento del IPC fue impulsado mayormente por los denominados Regulados, entre los que se encuentran las Telecomunicaciones, cuya suba fue superior a la autorizada por el Enacom. Indicaron además que el alza de precios fue impulsado por Alimentos y Bebidas «tras el deslistamiento de Precios Máximos», y «la actualización de Precios Cuidados». Cerca del ministro de Economía acotaron como positivo: «De todas formas, carnes y derivados redujo a la mitad la suba registrada en diciembre».
Según simulaciones realizadas en su último informe, el Ieral considera que el Gobierno logrará reducir el déficit primario este año, pero que se encontrará «muy por encima» del de 2019. «Si el Tesoro logra un rollover similar al de 2020 (de 120%) para sus vencimientos de deuda, entonces debería solicitar asistencia al BCRA por una cifra que estaría impactando en suba de la base monetaria (BM) de entre 40% y 66% en 2021, según los distintos escenarios. Se trata de un desafío mayúsculo, y en cualquier caso la BM podría estar subiendo más del 30% el presente año, salvo que se decida ajustar algunas de las partidas del presupuesto con mayor expansión prevista», concluyó el trabajo de Marcelo Capello y Agustín Cugno.
«El numero de 4% está en sintonía con lo que se podía esperar», dijo a LA NACION el economista Camilo Tiscornia. «Lo que sí aparece es mucha disparidad regional. Hay un alza de 3,3% en GBA y de 5,5% en la región noroeste. Sólo GBA aparece abajo de 4%», dijo el economista Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.
«Un dato positivo es que la inflación núcleo bajó un punto. Pero hubo fuertes incrementos en Alimentos y bebidas, que tiene una incidencia enorme, también en comunicación por las alzas autorizadas por el Gobierno; en recreación por el turismo, pese a que fueron más bajas que las esperadas; y se da una baja en el capítulo de vivienda, que refleja el bono que se le da a los encargados en diciembre y que en enero no está», explicó Tiscornia.