En las calles que lindan que el colegio parroquial San Gabriel, en Vicente López, los aplausos no cesan, según describió el diario La Nación. Padres y alumnos vestidos con sus uniformes escolares se extienden formando una hilera sobre las calles Gaspar Campos y Güemes con carteles y banderas, para dar un abrazo simbólico al edificio.
“Qué amargura”, dice Silvina Alvelo, madre de tres hijos que cursan sala de cinco, primer grado y tercer grado. Los tres hermanos, según Alvelo, tomaron “muy muy mal”, la noticia de la vuelta a la virtualidad. Esto es lo que la motivó a acercarse al colegio a manifestar su desacuerdo con las medidas. “Cuando les conté que cerraban los colegios, una lloraba, el otro me miraba con cara de ‘no entiendo’ y la otra me hacía millones de preguntas sobre por qué el Gobierno había tomado esta decisión. Yo no sabía qué responderle, porque ni yo entiendo”, comenta.
A dos cuadras, también sobre Gaspar Campos, cientos de padres y alumnos, y también algunos docentes, también abrazan de manera simbólica al colegio Michael Ham, sosteniendo una extensa bandera argentina. Las comunidades de los dos colegios sostienen lo mismo: que la suspensión de las escuelas no tiene una lógica basada en datos, que los protocolos educativos funcionan a la perfección y que sus hijos no solo aprenden menos de manera virtual sino que
Sin clases presenciales en los municipios de la provincia de Buenos Aires que integran el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), desde las 8 de la mañana empezaron los abrazos y aplausos en algunos colegios que organizaron padres autoconvocados para exigir que sus hijos puedan volver a las aulas.
Con todas las medidas de precaución por el coronavirus, padres y alumnos de decenas de colegios bonaerenses reclamaban la pronta apertura de las escuelas, cerradas durante las próximas dos semanas tras una decisión del Gobierno nacional.
En Benavídez, por ejemplo, unas 200 personas ubicadas en derredor de dos colegios pedían, mediante un abrazo simbólico, que los chicos retomen las clases. “¡Los chicos hicieron todo bien!”, resaltaban los manifestantes.
Pasadas las 8.30, un numeroso grupo de padres y estudiantes entonaba el Himno Nacional Argentino en las afueras de un colegio privado de la localidad bonaerense de Bella Vista, en el distrito de San Miguel. “¡Abran la escuela ya!”, se podía leer en varios carteles de alumnos que, vestidos con sus respectivos uniformes, parecían estar preparados para retomar las clases como cualquier otro día del ciclo lectivo.
“Los chicos lloraban cuando se enteraron, el año pasado fue tremendo desde lo educativo y lo social, estaban muy tristes. Tenían mucha tristeza, mucha frustración. Los chicos tienen internet y computadora, pero nosotros no sabemos enseñarles a escribir, a agarrar el lápiz”, se lamenta Constanza Ayersa, de 43 años, cuyos hijos asisten al colegio Saint Mary of the Hills School , en la calle Xul Solar 6650, en el partido de San Fernando, Provincia de Buenos Aires, donde hay casi un centenar de padres y madres.
“Necesitamos que los chicos vayan al colegio, que se eduquen. Después de lo qué pasó el año pasado no quieren saber más nada con la virtualidad, lloran, no se quieren conectar. Además de que no sabemos ya cómo hacer para trabajar, hacer de docentes, es muy difícil”, señala Mariana Martínez, de 47 años que tiene hijos en el secundario del Saint Mary.
“Ya sabemos lo que significó el año pasado. El perjuicio para los chicos y el estrés que sufrieron ustedes los padres”, así encabezaba esta mañana el acto informal en apoyo a las clases presenciales Gastón Bivort, director general del colegio Santa María, de Pilar. “No hay ninguna razón ni motivo para suspender las clases. Ya nos robaron el presente, que no nos roben el futuro, por favor”, agregaba el interlocutor ante los presentes que respondían con un cerrado aplauso. Como sucedió en otras instituciones, el Himno Nacional Argentino acompañó la manifestación.
Mientras tanto, en la ciudad de Buenos Aires miles de familias aguardaban la decisión de las autoridades de cada establecimiento educativo tras la conferencia de prensa que encabezó anoche el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta luego de que la Justicia declarara inconstitucional el decreto del presidente Alberto Fernández que suspendía las clases presenciales el distrito porteño.
El fallo de la Cámara llegó a última hora de ayer, lo que provocó cierta complicación para reorganizar el reinicio de las clases. Los directivos de algunas escuelas porteñas lograron enviar correos electrónicos: en algunos casos para avisar que la normalidad volverá mañana; en otros, para indicar que los alumnos debían asistir hoy. Pero muchos padres aún no habían tenido noticia sobre la asistencia y esta mañana se acercaban a las instituciones para rever la situación en medio, además, de un paro docente convocado por tres gremios (Sadop, ATE/UTE y Ademys).
El miércoles pasado, a raíz de las cifras récord de contagios de coronavirus en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el presidente, Alberto Fernández, anunció que las clases serán virtuales durante 15 días empezando por hoy. La decisión generó desconcierto dentro del propio Gobierno porque tanto el ministro de Educación, Nicolás Trotta, como la ministra de Salud, Carla Vizzotti, habían dicho públicamente que las clases continuarían de manera presencial. También desató el enojo de los padres que temen por el impacto que la virtualidad tendrá en la educación y la salud emocional de sus hijos, teniendo en cuanta que durante todo el año pasado no pudieron asistir a la escuela.