El fin de semana el gobierno no encontró nunca un respiro. A la sorpresiva y lamentable muerte del Ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, se sumó la preocupación por el eventual «colapso sanitario» y posterior «desastre» posible por venir en un contexto de máxima tensión política con la oposición, cierta orfandad del presidente Alberto Fernández, y un re-calentamiento del dólar con su consecuente correlato en precios y expectativas.
Con un domingo plagado de reuniones que presagian los anuncios por venir, el gobierno nacional se alista a anunciar un conjunto de restricciones adicionales que inclusive podrían entrar en vigencia antes del viernes 30 de abril en que vencen las actuales medidas.
Incluso el gobierno porteño y muchas provincias no descartan plegarse a las nuevas restricciones a diferencia de los últimos anuncios. Será clave si les dan argumentos para acompañar como mantener la presencialidad aunque sea en los primeros grados de la escuela primaria y el preescolar. De eso hablaron, por ejemplo, distintos estamentos del gobierno porteño con emisarios del presidente. Eso transmitió Horacio Rodríguez Larreta a sus allegados más cercanos en la reunión de urgencia convocada para la tarde de ayer donde monitorearon con preocupación que el sistema público de salud de camas Covid tiene 368 pacientes en grave estado, superando el 81,7% de la capacidad total. Cifra nunca antes alcanzada durante el 2021.
Igualmente, la Corte y jueces de diferentes esferas podrían fallar sobre la presencialidad antes de cualquier decisión por venir, aunque es probable que las causas queden abstractas por la modificación del contexto sanitario.
Al borde
En concreto, Argentina durante la última semana casi llega a tener las unidades de terapia intensiva de todo al país a casi 5000 pacientes con Covid. Muchos de los cuales requieren asistencia respiratoria mecánica. Y ese dato es infranqueable. El sistema en ese punto es laxo y algo flexible, pero no infinito. Los limites son claros. No sólo en materia de infraestructura, sino también en cuanto a los recursos humanos. A nivel país 67,5% de las camas UTIs están ocupadas. En lo que se denomina el AMBA alcanza ya al 76,6%, pero en CABA está por encima del 85% y en lugares del conurbano arriba del 90%. Los protocolos de elección de paciente a tratar y salvar en casos extremos ya circulan con velocidad dentro de los hospitales y clínicas y sanatorios privados.
Durante la última semana se registró por Covid un tercio de las muertes promedio diarias que tiene cada año. En el país fallecen 350.000 personas aproximadamente por año. Significan unas 1000 muertes diarias. Desde le lunes pasado ocurrieron 2417 decesos por Covid. Igualmente, eso resultaría cierto si la cifra estuviera precisa y correcta. Sin embargo, no lo es. La semana pasada, el registro oficial contabilizó muertes que sucedieron en marzo y muchas durante los primeros 15 días del mes. En particular de la provincia de Buenos Aires que ayer implicó el 87% de las muertes, al cargar en el sistema nacional el fallecimiento de 138 pacientes sobre los 170 totales.
En este contexto y con un gobierno agobiado por las circunstancias, el país se encamina hacia una semana de definiciones, con la política en ebullición, una parte importante de la sociedad agotada y una economía tan agonizante y asfixiante como la misma pandemia. Habrá que prepararse. Todo está al caer. La política actuará como reacción. Ya no antecede. Va detrás. No conduce. Se deja llevar.