El presidente, Alberto Fernández, presentó en un acto junto a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, el programa Reconstruir, cuyo objetivo es finalizar la construcción de unas 55.000 viviendas. Después de varios meses y en medio de una crisis política, social y económica fuerte que vive el país, el jefe del Ejecutivo y la titular del Senado dejan una foto juntos. Este encuentro lo analizó el periodista político Paulino Rodrigues.
Además, el analista habló sobre el viaje de Alberto Fernández y Martín Guzmán a Roma, la fallida salida del Gobierno de Federico Basualdo y de la imprudencia sobre ciertas noticias en torno a la fabricación de la vacuna china en Argentina. Aquí los puntos más importantes de su columna:
Alberto y Cristina juntos
- Alberto Fernández sigue hablando más del pasado que del presente, porque no hay mucho presente. Las críticas hacia lo que se fue tienen más que ver con la imposibilidad de demostrar lo que hay, creo que es una foto que esconde detrás que el verdadero poder está ahí, es Cristina Fernández de Kirchner. La vicepresidente, quien pese a lo que Guzmán pidió y Alberto Fernández dijo que hagan, retuvo a Basualdo como subsecretario de energía. Basualdo se mostró en funciones en las últimas horas cuando todos el viernes dábamos por hecho de que lo habían echado, en una resistencia que excede al subsecretario de energía, que es la resistencia de Cristina Kirchner a la política energética que Guzmán y Alberto Fernández querían instrumentar en argentina. Es más complejo que esa foto de la inauguración per se, aislada, que muestra el peronismo hoy. Todo esto, independientemente de la gira que va a emprender el Presidente, que lo va a llevará a Roma y a encontrarse con el Papa, en un avión donde irá también Guzmán.
- La unión entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández se garantiza sin dudas hasta el día de la elección. Pero está claro también lo que pasa puertas adentro de la coalición de Gobierno, con las diferencias enormes que hay. Una coalición exitosa en términos electorales, pero que no está construyendo un gobierno exitoso y que tiene muchas complicaciones. Porque Alberto Fernández también se desgasta hacia adentro y le quita energía y recursos hacia afuera.
- La decisión central, los lineamientos estratégicos y la conducción política están en el Senado, no en la casa de Gobierno, lo cual es todo un problema y todo un planteo.
- El gobierno busca gestionar la pandemia a través de leyes y no de decretos, no quiere más fallos en contra de la Corte. Veremos cómo le va, porque hasta acá ha dinamitado puentes, no ha construido consensos, no ha robustecido la idea de ir al encuentro del otro. Va ahora, ungido por fallos adversos, a buscar lo que debió ser moneda común en un contexto donde el Legislativo siempre estuvo actuando, no estuvo cerrado, estamos en ordinarias. Todos los presidentes van a buscar al Congreso los acuerdos y respaldos para tener musculatura en términos de lo que la pandemia impone como desafíos. Así que creo que es un momento de debilidad, va al Congreso a destiempo, debió haber ido antes, ahora todo se lo carcome, a 4 meses de la elección.
La producción e vacunas chinas en Argentina
- Se reunió la ministra de Salud, Carla Vizzotti con el embajador chino y rubricaron una especie de compromiso para fabricar la vacuna en Argentina, tras el encuentro que ocurrió el lunes entre Elea, Sinergium, el embajador chino en argentina y el argentino en china y el director de Sinopharm.
- En la planta modelo a nivel internacional que tiene argentina es probable que la vacuna china pueda ser realizada. Pero desde el sector privado me advierten que la transferencia de tecnología, que es la clave para saber si Sinergium puede o no producir en Argentina, aún no está resuelta.
- Por lo tanto, hay un compromiso y una respuesta política a un problema científico que aún no tiene correlato entre privados. Entonces diría que Argentina y China acuerdan producir la vacuna, mientras que los privados buscan la forma. Hablar de plazos y de efectividad es cuanto menos imprudente aún.