Según publicó el diario La Nación, el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, junto a la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y al ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, encabezaron en el partido de Ensenada la presentación del Programa Reconstruir, destinado a finalizar la construcción de 55 mil viviendas.
El Gobierno busca romper la inercia negativa. La crisis económica, la gestión de gobierno y el plan de vacunación son los ejes sobre los que la Casa Rosada trabaja para cambiar esa perspectiva que hoy pone al Gobierno a la defensiva mientras calienta motores para la elección legislativa. Pese a la multiplicidad de problemas, el presidente Alberto Fernández y su equipo están convencidos que hay tiempo para ordenar la situación y modificar la tendencia.
El comando electoral del Frente de Todos, que se reúne semanalmente en La Plata, ya definió las bases sobre las que construirá la campaña: vacunas, obras y grieta, esa es la hoja de ruta con la mira puesta en el 14 de noviembre.
Destrabado el flujo de vacunas, ahora el objetivo es mostrar un Estado en obra. Con dos ofertas electorales antagónicas, como se anticipa será la batalla entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, en el oficialismo ya definieron al enemigo: el expresidente Mauricio Macri.
“Es el jefe de la oposición y todavía está muy fresco el desastre que dejó, principalmente en el conurbano”, graficó un integrante del gabinete nacional de diálogo diario con el Presidente.
Las próximas cuatro semanas serán fundamentales para la instalación de un mensaje homogéneo dentro de una coalición de gobierno con miradas disimiles sobre temas estructurales. Ese es uno de los desafíos que se plantearon en la mesa que integran Axel Kicillof, Máximo Kirchner, Eduardo de Pedro, Sergio Massa, Santiago Cafiero y Gabriel Katopodis.
Mientras tanto, el Gobierno se prepara para poner en marcha en el segundo semestre casi 1000 obras en las 24 provincias; la obra pública y las viviendas, serán los motores que utilizará la administración de Alberto Fernández para intentar revivir una economía atravesada por dificultades.
Se trata de una inversión de unos 100.000 millones de pesos –gran parte de las obras son plurianuales, es decir que comienzan este año, pero tienen fecha de finalización más adelante– con la que busca generar empleo.
“Vamos a salir de la pandemia y vamos a poner en marcha el país. Tenemos que recuperar la expectativa que había en 2019. Es importante transmitir que después de la pandemia la Argentina tiene destino”, explicó el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, que ya puso en marcha 1466 obras.
Desde que asumió, el funcionario, que administra uno de los presupuestos más abultados de la administración pública, ya desplegó obras en 1500 de los 2300 municipios que hay en el país. “No hay un opositor, ya sea gobernador o intendente, que pueda decir que no hay obra pública es su distrito”, dijo a LA NACION el exintendente de San Martín.
Con 233 obras listas para comenzar, la provincia de Buenos Aires aparece como el principal destino para la obra pública, con 15% del gasto total. Principal bastión kirchnerista, el conurbano, será uno de los epicentros.
Los 40 municipios que integran el Gran Buenos Aires son una pieza clave. Ahí, las obras se concentran en pavimento, cloacas, agua potable, hospitales y centros de salud. “Una obra cada cinco manzanas, todos tienen que verlas”, se entusiasmaron desde la Casa Rosada.
El podio de favorecidos lo completan Córdoba, con 109 obras; Entre Ríos, con 64, y Santa Fe, con 54. En la otra orilla, últimos, aparece la Ciudad de Buenos Aires y San Luis, con 6. Todos los datos oficiales se publican en la plataforma “MapaInversiones”, iniciativa que lanzó Katopodis junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para mejorar la transparencia.
En paralelo, desde el ministerio de Hábitat, que lidera Jorge Ferraresi, se comprometieron a comenzar la construcción de 30.000 viviendas y se licitarán 80.000 lotes para construir.
“Hace poco dijeron que mi palabra estaba devaluada [por las críticas de Mauricio Macri], pero yo tengo la tranquilidad de poder decir que en medio de una pandemia fuimos cumpliendo promesas que hice en campaña”, dijo el Presidente en un acto que compartió con Ferraresi. Campaña, obras, Macri, la fórmula electoral que está en marcha.
Contagios y vacunas
Si bien el estado de alerta no desapareció, el arribo de casi siete millones de vacunas en el último mes y el anuncio de que comenzó la producción local de la vacuna Sputnik V, actuaron como un bálsamo para el jefe del Estado.
En la Casa Rosada están convencidos que el plan de vacunación seguirá aumentado su ritmo. El viernes se inocularon 356.454 personas, un nuevo récord en la lucha contra el coronavirus. A esta velocidad y siempre y cuando no haya problemas con la producción de las vacunas, según las estimaciones oficiales, todos los mayores de 18 años estarán vacunados con una dosis antes de las elecciones.
Según los datos del monitor público de vacunación fueron distribuidas 17.495.490 de vacunas, de las cuales 13.730.521 ya fueron aplicadas. En total, 10.733.428 personas recibieron la primera dosis y 2.997.093 ya cuentan con su esquema de vacunación completo.
“La primera parte, la del cuidado, está encaminada. En 15 días estará vacunada toda la población de riesgo. Ahora, tenemos que trabajar sobre la esperanza del futuro”, resumió un funcionario de primera línea. En esta construcción hay un factor clave, algo que marcó la vicepresidenta Cristina Kirchner en sus presentaciones: que el poder adquisitivo de la gente le gane a la inflación. La expresidenta impuso un nuevo piso para los incrementos salariales esta semana cuando firmó un 40% de aumento para los empleados legislativos.
En este recorrido, la híperpolarización es el camino elegido para la batalla electoral. En ese sendero, Macri reúne las características de un “enemigo” perfecto, según advirtieron cerca del Presidente. “Sintetiza todo lo malo. Nuestra consigna es que ellos fueron un fracaso. Fueron muy malos gobernando”, resumió un hombre con acceso al despacho presidencial.
Desde la Casa Rosada creen que la campaña servirá de ordenador interno. “La marca del Frente de Todos es muy contenedora. Lo más importante es no desconectarse de la gente y alinear nuestro discurso a sus prioridades”, describió uno de los ministros que responde al Presidente. El metamensaje tiene destinatario: el Instituto Patria y la agenda judicial.
En las charlas privadas con sus colaboradores, el Presidente repite lo mismo. “Tenemos que contar lo que hicimos”, les dice. En el listado aparece la asistencia social, el IFE, ATP, pero también el cambio de las escalas para Ganancias y las vacunas.
Esa es la receta para intentar enfrentar una elección que asoma complicada y con final abierto.