En medio del terremoto político que provocó el escándalo de la fotografía en la quinta de Olivos, la vicepresidenta Cristina Kirchner respaldó de forma explícita al presidente Alberto Fernández, al mismo tiempo que le reclamó ordenar lo que “tenga que ordenar”.
Según pudo reconstruir LA NACION de fuentes cercanas a la expresidenta y de la Casa Rosada, el mensaje de Cristina Kirchner no estuvo orientado al entorno del jefe del Estado –como reclamaron algunos exégetas de la vicepresidenta–, sino que estuvo centralizado en la conducta de Fernández.
“No necesitamos operadores ni operaciones de prensa, por eso, Alberto, no te enojes, poné orden donde tengas que poner orden, no te pongas nervioso y metele para adelante”, lanzó Cristina Kirchner mirando al Presidente.
La vicepresidenta buscó poner en contexto sus palabras. En ese punto, buscó mitigar la responsabilidad del Presidente en el hecho. “Cuando uno es presidente en nombre de una fuerza nacional y popular, los errores, las equivocaciones, las transgresiones inclusive a normas que uno puede tener, se magnifican y se exacerban para irritar, indignar” sostuvo, y en la misma frase cargó contra la oposición y los medios de comunicación: “Mientras tanto se han ocultado descaradamente la entrega de un país, el endeudamiento sin límites”, lanzó la expresidenta en referencia al gobierno de Mauricio Macri.
En un acto en el que se escenificó la unidad del Frente de Todos, Cristina Kirchner cargó contra la oposición y los jueces. Como suele hacer en cada presentación pública, la expresidenta denunció el lawfare en su contra.
“La última vez que estuve acá fue hace poco más de cinco años antes de ir a declarar a Comodoro Py. Una causa armada entre jueces y opositores, haya fuimos en una movilización maravillosa que nunca me cansare de agradecer a las organizaciones políticas que contra viento y marea fueron acompañarme a Comodoro Py. Nunca me voy a olvidar”, comenzó la exmandataria.
Y agregó: “Comenzaba en el país una cacería de opositores y una oposición judicial sin precedentes. A los que hoy hablan de la republica dónde estaban cuando se perseguía y encarcelaba a opositores. ¿Y hoy me vienen hablar de la república? Los que organizaron mesas judiciales, que algunos hoy están prófugos. República de morondanga era”.
Antes de salir a escena, Alberto Fernández y Cristina Kirchner recorrieron una de las viviendas que se entregó en la Isla Maciel. Ahí, estuvieron hablando un rato largo, mientras esperaban a Sergio Massa y al ministro del Interior, Eduardo de Pedro, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el gobernador Axel Kicillof; el ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi; el ministro de Justicia, Martín Soria, y su segundo, Juan Martín Mena, entre otros.
Con la palabra de Cristina Kirchner el oficialismo buscará clausurar el debate público alrededor de las fotografías del cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yañez. Parte de esta estrategia se vio con claridad hoy. Es que, a diferencia de su vicepresidenta, el Presidente no habló del “error” y aprovechó la oportunidad para cargar contra la oposición. La polarización con la gestión de Macri será una constante los próximos días.
“Podemos tener matices, pero ninguno tenemos vergüenza de lo que somos. Hay candidatos que niegan haber participado del gobierno de Macri. Otros, cruzan la General Paz para que se olviden lo que hicieron acá. Los que vienen a la provincia, hacen curso acelerado para entenderla”, dijo en referencia a Facundo Manes y Diego Santilli, quienes competirán en la PASO por Juntos.
Según relató, aunque por momentos gritó, para los integrantes de la oposición “la política no es el compromiso que nosotros tenemos con ustedes”. Y añadió: “Para ellos, la política es un acto de marketing. Nosotros representamos los intereses de hombres y mujeres que trabajan, tienen carencias y buscan un futuro mejor. Ellos creen mucho más en el mercado que en el Estado presente”.
Mientras aún se mantiene la incertidumbre sobre el efecto que podría tener el escándalo de las fotos en las PASO del 12 de septiembre, la presentación tuvo por objetivo cerrar filas y dar vuelta la página.
También participaron el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, y los candidatos del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, Daniel Gollán y Leandro Santoro.
Con el expresidente Mauricio Macri como principal eje de las críticas, todos los oradores, Ferraresi, Massa, Kicillof, Cristina Kirchner y Alberto Fernández, criticaron con dureza a la anterior administración.
“Cuando se vota, no sólo se discuten modelos o teorías, sino cómo transformarles la realidad a los bonaerenses y cómo mejorarles la vida a los argentinos. Lo que estamos discutiendo es cómo mejorarles la vida a los argentinos”, sostuvo Kicillof. En ese sentido, Massa lanzó: “No volvamos para atrás, siempre para adelante. En septiembre y en noviembre votemos para adelante”.
Antes del encuentro, pese al enojo inicial, la vicepresidenta ya había bajado la orden a su tropa de que había que “salir a bancar” al Presidente. Al menos hasta después de las elecciones no habrá nuevos pases de facturas internas. Ayer, en la Isla Maciel, dejó en claro ese camino, aunque con un llamado al orden.