Hubo palabras subidas de tono, reproches y fuertes cruces. El gobernador jujeño, Gerardo Morales, y el senador porteño Martín Lousteau, los dos contendientes en la pulseada por el liderazgo de la UCR, se reunieron cara a cara esta mañana en la sede del Comité Nacional del partido, tras confirmarse la ruptura del bloque de diputados radicales promovida por el sector enrolado detrás de Lousteau. La grieta, lejos de cerrarse, se profundizó aún más en el centenario partido.
Convocados por el jefe de la UCR, el mendocino Alfredo Cornejo, Morales y Lousteau concurrieron al encuentro con los ánimos caldeados. Allí estaban los gobernadores de Corrientes, Gustavo Valdés, y de Mendoza, Rodolfo Suárez; también Luis Naidenoff, jefe de bloque del Senado. En la reunión se le hizo saber a Lousteau el profundo malestar que provocó en las filas del partido la decisión de dividir la bancada de diputados. Se le achacó que su actitud debilitaba al partido justo cuando éste comenzaba a robustecerse dentro de la coalición de Juntos por el Cambio en la carrera hacia las elecciones presidenciales de 2023. A pedir de boca de Horacio Rodríguez Larreta, su socio político en la Capital y aspirante a competir por el sillón presidencial.
El disgusto de algunos dirigentes de boina blanca es tal que sugirieron, incluso, que el nuevo bloque apadrinado por el senador no debía llevar la sigla UCR, sino solo Evolución. Otros, además, insinuaron que por provocar la ruptura, debe ser Carolina Losada, la ascendente senadora electa por Santa Fe, quien debía reemplazarlo en una de las vicepresidencias del Senado.
“¿Qué me dicen ustedes, si Morales tiene una relación difícil de explicar con el gobierno de Alberto Fernández? Y con Sergio Massa. Hizo votar a sus legisladores varias leyes del Poder Ejecutivo”, retrucó el porteño.
En el entorno del jujeño sospechan que Lousteau actúa como alfil del alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta, su socio político en la Capital y rival de Morales en la carrera por la candidatura presidencial. Por eso no le perdonan que haya tensado tanto la cuerda hasta provocar la ruptura de la bancada de diputados, cuando Negri ya había alcanzado la mayoría de los votos -27 sobre 45 miembros que la integran- para continuar al frente por un nuevo período.