Las organizaciones sociales cercanas al Presidente realizarán un monitoreo por el impacto de los aumentos en los alimentos y destinan más ayuda a los sectores más vulnerables
El número de la inflación impactó de lleno en el gobierno nacional. Pero no fue el 4,7% de incrementos lo que encendió las alarmas, sino el 8,6% de aumentos que se registró en los alimentos en el conurbano bonaerense. En la Casa Rosada admitieron que la situación social es delicada, aunque “no explosiva”.
Mientras el presidente Alberto Fernández anunció que recién pasado mañana comenzará “la guerra contra la inflación”, los movimientos sociales cercanos al Gobierno activaron un control y monitoreo de la situación para conocer en detalle el impacto de los aumentos de los alimentos.
“Es nuestra prioridad”, reconocieron fuentes cercanas al jefe del Estado, que ayer admitió que la escalada “ahora se vuelve a desatar con toda ferocidad”. Así, el mandatario se anticipó a lo que será el número de la inflación de marzo, que podría superar el 6 por ciento.
Pese al alza de los alimentos, lo que afecta principalmente a los más vulnerables, no se tradujo en una mayor afluencia en los comedores sociales y ollas populares, según fuentes de la Casa Rosada.
“El tema social nos preocupa mucho, lo seguimos día a día. La inflación es un problema multicausal, pero es muy preocupante que la inflación en el conurbano haya sido de 8,6%. Es la principal preocupación del Presidente y del Gobierno. Es el momento de estar más cerca de los sectores más postergados y la clase media”, sostuvo el secretario de Asuntos Parlamentarios, Fernando Navarro, “el Chino” para propios y extraños, uno de los líderes del Movimiento Evita. Navarro quedó por estos días envuelto en un contrapunto con el kirchnerismo por el ataque a la oficina de Cristina Kirchner en el Congreso.
En este escenario, el Presidente anunció ayer junto al ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, un bono de 6000 pesos en abril para titulares del plan Potenciar Trabajo. Fernández también hizo un guiño a las organizaciones sociales que reclaman el blanqueo de la economía popular, que incluye gran parte de los oficios no registrados.
“Tenemos que lograr que los que hoy trabajan en la economía popular sean parte de los empleos formales de la Argentina”, dijo el mandatario en Tecnópolis, durante la presentación del programa Volvé a estudiar, destinado a que los titulares del plan Potenciar Trabajo puedan finalizar sus estudios primarios y secundarios.
Y, con Emilio Pérsico en primera fila –otro de los líderes del Movimiento Evita que aboga por un espacio que reúna a todas las áreas del Estado vinculadas con el mundo de los trabajadores informales–, agregó: “La economía popular es parte de la sociedad argentina y por lo tanto debemos atenderla. Nosotros no estamos tranquilos si nuestra gente no puede educarse”.
El Indec dio a conocer ayer el dato de la inflación de febrero, que tuvo entre sus principales aumentos -por su peso en la ponderación del indicador oficial- al rubro de Alimentos y bebidas (7,5%). El Gobierno hizo sonar las alarmas mientras argumentó que parte de la escala inflacionaria estaba relacionada con los efectos de la invasión rusa en Ucrania, que comenzó el 24 de febrero.
Para intentar morigerar el alza en los alimentos el gobierno nacional se prepara para anunciar un parque te de medidas, que incluye fideicomisos con subsidios cruzados, congelamientos, acuerdos con la industria y suba de retenciones. Más específicamente, las iniciativas irían desde mantener precios cuidados y fijar precios máximos para artículos de primera necesidad a incrementar 2 % las retenciones a la harina y aceite de soja y ampliar los fideicomisos para el trigo.