Guzmán y Pesce alertaron el viernes a grandes firmas por la situación y estimaron que se priorizarán insumos y energía; además buscarán frenar las “importaciones especulativas”
Tras las críticas de Cristina Kirchner la semana pasada y con aval del equipo económico, el Banco Central (BCRA) tomará este lunes varias medidas que tendrán como uno de los objetivos principales que las empresas financien sus compras al exterior con dólares propios -créditos o casas matrices-. En ese camino, sumará normas para restringir las importaciones “especulativas” en un escenario de caída de las reservas.
La entidad que dirige Miguel Pesce pretende que las importaciones sean financiadas por créditos comerciales en el exterior o por las casas matrices hasta que pase el momento más agudo de compras de energía al exterior. Esto sería hasta la próxima primavera. Algo había anticipado Pesce el viernes en un almuerzo en el Ministerio de Economía con empresas importantes de consumo masivo y alimentos.
Entonces en el BCRA decían: “Desde la pandemia, cayó US$4000 millones el crédito comercial. El BCRA viene trabajando para recuperar ese crédito. Desde marzo se logró que se financien unos US$1800 millones de importaciones. Se trabaja para que ese financiamiento crezca”.
“Todo lleva a evitar importaciones especulativas. Son varias modificaciones que vienen”, adelantaron a LA NACION sobre nuevas medidas. También se mencionó la posibilidad de sumar más productos al esquema de financiación a 180 días. Se trata de las ya llamadas SIMI “B”. Para los importadores, es una posibilidad que los deja directamente afuera del mercado de comercio exterior. Es un cierre de importaciones.
Hoy este medio anticipó que la entidad que dirige Pesce, que viene manteniendo encuentros con Martín Guzmán y Daniel Scioli, establecerá hoy un nuevo esquema para las compras al exterior que priorizará insumos industriales para la producción, la compras de energía y de fertilizantes.
Algo ya había adelantado Scioli en un encuentro con la Unión Industrial Argentina (UIA) la semana pasada en un raid empresario tras el pedido de Cristina. La justificación la escucharon las empresas de alimentos y consumo masivo la semana pasada en un encuentro con Pesce y Guzmán en el Palacio de Hacienda.
“No hubo una mención específica a que no habrá más dólares para importar, pero lo que sí existió fue un pedido de Pesce para que las empresas que lograron desendeudarse utilicen los dólares propios para importar”, contó un empresario que participó del almuerzo con Guzmán y Pesce.
Pese a que hoy en el Ministerio de Economía y en Desarrollo Productivo no daban precisiones de un posible anuncio este lunes, en el BCRA no lo desmentían abonando la posibilidad de ajustar nuevamente el cepo. “No puede ser que se financie la compra de perfumes, whisky y cigarrillos en el freeshop de Ezeiza a dólar oficial. Hay escasez de dólares y estos se van a priorizar”, recalcaban cerca de Sergio Massa en la semana.
“Mañana [por hoy] salen con novedades para el pago de importaciones. Saldrán con botines de punta”, contaban hoy en una empresa multinacional argentina. Allí hablaban de medidas contra la sobrefacturación y ponían el ojo en Tierra del Fuego. Hace semanas que el Gobierno habla de “importaciones especulativas”.
“Creemos que puede ser una profundización de la Circular 7466 (la que estableció una categorización de SIMIs y ahondó el cepo)”, dijeron en otra compañía. “Esperemos que no discriminen a ningún sector y que se focalicen en el sector productivo para que pueda seguir girando la rueda”, agregaron.
El BCRA tuvo que vender US$95 millones el viernes; en la semana perdió US$250 millones y en el mes acumula pérdidas por US$600 millones. Todo en tiempo de liquidación de la cosecha gruesa.
La semana pasada, la vicepresidenta Cristina Kirchner había denunciado un “festival de importaciones” y había instado al presidente Alberto Fernández a “usar la lapicera” para frenarlo. No obstante, los propios datos del Ministerio de Desarrollo Productivo desmienten a la ex presidenta. Las importaciones con relación al PBI están en un 24,2%, prácticamente el mismo nivel que tenían entre 2014 y 2015, según la cartera que dirige Scioli y en cantidades, los niveles de importación en lo que va del año resultan 5,4% inferiores al promedio de 2017 y similares a los de 2011, según datos que maneja la consultora de Dante Sica, ex ministro de Producción durante la gestión de Mauricio Macri.
Sin embargo, las importaciones de energía saltaron en mayo pasado, según el Indec, un 226,7% afectadas principalmente por las alzas de precios internacionales tras la invasión de Rusia a Ucrania. Esto determinó que, en ese mes, las compras al exterior marcaran el récord histórico de US$7870 millones.
Pese a la liquidación récord del campo y el precio altísimo de las materias primas que exporta la Argentina (se prevé este año llegar a un pico máximo), el BCRA no puede acumular reservas en tiempos que, estacionalmente, deberían ser proclives a eso. De hecho, el Ministerio de Economía debió acordar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un cambio de las metas del segundo trimestre, entre ellas, la de acumulación de dólares en las cuentas del Central. Además modificó el sendero fiscal. En el Gobierno, según el decreto publicado por DNU, se prevé mantener los objetivos anuales del programa.
La inestabilidad financiera de los últimos días, el salto del dólar (y la brecha) y la situación de las reservas llevará al Gobierno a ajustar el cepo, lo que puede provocar en el mediano plazo un freno de la recuperación económica. Para este año, se prevé un crecimiento -gran parte por arrastre- del PBI de 4%.