Rodrigo de Loredo camina como un equilibrista a la hora de atravesar el campo minado de las internas en Juntos por el Cambio. Referente de Evolución Radical, la fuerza de Martín Lousteau, y extitular de Arsat se alista para lanzar hoy su precandidatura a gobernador de Córdoba, uno de los escenarios estratégicos en el mapa de poder.
Si bien construye su proyecto político bajo el ala de Lousteau, aliado de Horacio Rodríguez Larreta, De Loredo reivindica la figura de Macri. “Está en carrera y no podemos prescindir de él”, afirma. Inquieto por la “sobreactuación” de las diferencias en Juntos por el Cambio ante la creciente crispación social por la crisis, el jefe de bloque de diputados de Evolución Radical reclama a sus socios fijar reglas claras para dirimir las candidaturas. Y le pide a su contrincante en Córdoba, Luis Juez (Frente Cívico), que acepte la idea de competir en una interna abierta. “Para ganar necesitamos una identidad nítida de cambio”, afirma.
-¿Qué lectura hizo del fallo de la Corte Suprema que benefició a Luis Juez?
-Es un fallo necesario, oportuno y ajustado a derecho. De ninguna manera puede interpretarse como un involucramiento de la Justicia en el fuero de lo político. Todo lo contrario: recupera estatus democrático.
-¿Evolución Radical va a reimpulsar el proyecto del oficialismo para que los jueces paguen ganancias? En el debate por el Presupuesto dudaron en acompañar.
-Fue una decisión que al bloque de Evolución le costó mucho tomar porque somos los más insistidores en la idea de que los jueces deben pagar ganancias. Al margen de las intenciones del gobierno, que no eran genuinas, nos parecía discutible si era la oportunidad. Pero primaron otras cuestiones, como advertir que el planteo estaba mal formulado, de manera que a la brevedad iba a fracasar.
-¿Le preocupa que pague un costo en su distrito de haber tenido una postura más concesiva que sus socios de Pro en la votación del presupuesto?
-No, me preocupa que sobreactuemos las diferencias. Las coincidencias son muy elevadas sobre el diagnóstico de los problemas, por dónde pasan las soluciones, en qué tiempo y en qué forma se tienen que implementar cuando ganemos. Entonces, me angustia advertir que, por la lógica competencia y para ver quién obtiene más ascendente electoral, estemos sobreactuando las diferencias. Sobre nuestro voto para darle presupuesto al Gobierno estoy a plena conciencia de los que hicimos: era peor el remedio que la enfermedad.
-¿Cuál es el riesgo que corre JxC al “sobreactuar las diferencias”?
–El riesgo es que la sociedad, en una situación de frustración y enojo, empiece a sentir una gran incertidumbre y miedo sobre la herramienta de cambio que es nuestra coalición. Incluso esa circunstancia puede generar algo favorable tanto para el propio oficialismo como para nuevos emergentes.
-¿Coincide con Mario Negri en que JxC “corre el riesgo de dejar de ser la contracara del kirchnerismo para ser un espejo”?
-No, porque no comparto que se pueda equiparar un gobierno cuyas internas, además de violentas e incoherentes, tienen en vilo a toda la sociedad, con la pluralidad o las diferencias, mejor o peor planteadas, en los conflictos de JxC.
-¿Qué responsabilidad le asigna a Macri en estos conflictos internos de JxC?
-No le asigno responsabilidad en nuestros conflictos. Primero, lo veo en carrera. Y no veo por qué, en un país tan complejo, alguien pueda prescindir de una persona que ha tenido esa experiencia, y que ha sido reflexivo y ha hecho autocrítica, pero al mismo tiempo reafirmando algunos aciertos. Habremos perdido por comunicar mal o ser muy abruptos en los ajustes tarifarios, pero resulta que con ese discurso nos ganaron y vinieron estos ‘genios’ que, a la vuelta de la esquina, tienen que hacer lo mismo…
-¿Ve una reivindicación de la gestión de Macri?
-No, hay un proceso. Es decir, una sociedad que, tras consecutivos fracasos, advierte que no hay soluciones mágicas. Entonces, no se puede prescindir de Macri. Y él está en carrera.
– ¿Para ser qué?
-Segunda definición: Macri está cumpliendo un rol muy virtuoso, preocupándose por dos cuestiones. Por un lado, lo veo insistiendo en que JxC tenga reglas para dirimir sus candidaturas. Y, además, lo veo preocupado y ocupado en decir: ¿todos tenemos plena consciencia de la profundidad de los problemas estructurales y del para qué queremos gobernar? ¿O nos vamos a dejar llevar por la coyuntura y las propias lógicas o ansias de alcanzar lugares de poder? Ese Macri, maduro y reflexivo, con una experiencia que no pudo concretar lo que se procuró, es una contribución muy valiosa.
-¿Dice que Macri “está en carrera” para ser presidente?
-Para lo que él considere.
-¿Sería positivo para el país que Macri vuelva a ser candidato a presidente?
-Si él tiene esa disposición, que creo que la está conformando de acuerdo al contexto, claro que es positiva.
-¿Macri tensiona con el radicalismo cuando dice que hay “populistas light” en JxC, pide a legisladores de Pro diferenciarse con la UCR o critica el legado de Hipólito Yrigoyen?
-En la mirada sobre Yrigoyen, Macri tiene una falla de interpretación histórica. Las prácticas de Yrigoyen fueron un avance en una sociedad conservadora y excluyente. En ese contexto fueron de avance institucional y democrático. Su preocupación por que el radicalismo -o el Pro- tenga expresiones de naturaleza populista, la considero válida. La autocrítica es válida para todo el espacio de la coalición.
-”Macri es nuestro aliado, mal que les pese a algunos”, dijo Cornejo después del acto en Costa Salguero. ¿Un sector de la UCR quiere romper con Macri si vuelve a ser candidato?
-No. Se están sobreactuando las diferencias porque se está compitiendo. En ese acto, en un discurso extenso de Gerardo Morales, se toma una sola frase, probablemente en su literalidad desafortunada, para tergiversar un acto que no se hizo en contra de nadie. Incluso la expresión de Lousteau fue elogiosa del legado de Macri.
-Pero Lousteau sugirió que Macri debía conformarse con haber terminado su mandato.
-Son interpretaciones.
-Cuando Lousteau dijo que no se saldrá de la crisis con un “shock que sea una guadaña”, ¿eso también fue un comentario “desafortunado”?
-No lo escuché bien a Martín. Son todas consideraciones en el marco de esta abierta competencia que tiene la coalición y probablemente atravesada por los intereses de la Ciudad. Yo voy a trabajar fuertemente para que Lousteau sea el jefe de gobierno porque es el mejor candidato que tiene toda la coalición No me asusto con estos rasguños y tiroteos porque los radicales tenemos esta cultura de convivir con la pluralidad. Les diría a los de Pro que muchas veces bajen un cambio.
-¿Usted está más cerca de Macri que de Lousteau en JxC? ¿Tiene más sintonía ideológica con el expresidente?
-No. Yo integro una expresión dentro del radicalismo. Lousteau tuvo una actitud muy corajuda y generosa para vertebrar un proceso de renovación que necesitaba mi partido. Yo anhelaría que el radicalismo tenga el candidato a presidente y candidatos competitivos. Lousteau tiene ascendencia y conocimiento en todo el país, pero está focalizado en la Ciudad. Si mi partido no tiene candidatos competitivos, no hay ningún inconvincente, porque esa es nuestra mirada cívica y de coalición, en que los radicales acompañemos a los postulantes de otro partido, que puede ser el Pro, que tengan más competitividad para construir una alternativa al kirchnerismo.
-¿Evolución Radical reivindica a Macri y su legado?
-No, nosotros estamos acostumbrados a convivir con pluralidad de visiones. En Evolución hay miradas distintas sobre la figura de Macri. Y son absolutamente entendidas y aceptadas.
-¿Macri volvió a ser el líder de JxC?
-No hay un único líder.
-¿Larreta o Lousteau, que intentan construir un sector moderado, se equivocan en tratar de correr o jubilar a Macri?
-No veo que estén intentando hacer eso. Horacio es una lo de los dirigentes con más prestigio que tenemos. Y tiene el atributo de la gestión de los problemas concretos. Ese atributo, si está emocionalmente bien presentado, puede ser de fortaleza, no de tibieza. Lo que hay es una genuina discusión en JxC sobre si se gana con acuerdos o con más identidad. Yo me inclino, por la nueva ciudadanía, que es cada vez más vertiginosa y demandante, que se gana con identidad de cambio, en términos de estrategia de representación democrática y social. Dicho esto, considero que los acuerdos son necesarios para que la Argentina entre en una senda de disminución de su penduralidad y haga pactos estructurales que el país necesita. Para ganar se necesita una identidad nítida de cambio, que no significa extremidad, y no la suma de la política, porque eso destiñe la identidad.
-Dice que Larreta cuenta con el atributo de gestión. ¿Bullrich tiene esa “identidad de cambio”?
-Bullrich tiene una nítida identidad de cambio. Y, además, es una referente con una gran capacidad para capitalizar el enojo de la sociedad.
-¿Manes fue una herramienta para negociar lugares con el Pro y ahora se convirtió en un problema o “jarrón chino” para la UCR porque él quiere competir sí o sí en las presidenciales?
-Me niego a que mi partido sea una herramienta para negociar algo. El aporte de Manes es extremadamente valioso. Decidió meterse en el barro en un momento en que la política atraviesa una crisis de sentido. Creo que Facundo, con su legitimidad y prestigio, debería tener un mensaje con un mayor contenido económico porque son los problemas que más están angustiando a la Argentina.
-¿Manes está preparado para ser presidente o debería ser antes foguearse en política y ser candidato a gobernador, como pretenden varios jefes radicales?
-No creo en esos cursus honorum de la política analógica. Tampoco considero que los dirigentes puedan gestionar individualmente. Las sociedades son cada vez más complejas y vertiginosas, de manera que si no coordinamos equipos con capacidad y nivel, vamos a fracasar.
-¿Morales y Lousteau le soltaron la mano a Manes?
-No, no veo que le hayan soltado la mano.
-¿Ese sector de la UCR negocia la Ciudad o fórmulas mixtas con Pro?
-No, veo que el radicalismo está tratando de fortalecer todas sus expresiones, su territorialidad y sus mejores dirigentes.
-Si Macri es candidato a presidente, ¿Lousteau va a seguir en JxC?
-Yo creo que sí. Ninguno de nosotros pone en ningún momento en tela de juicio la unidad de JxC porque es algo que nos excede como actores políticos: es una herramienta de cambio de la sociedad para organizar el sistema democrático.
-¿Le preocupa que la UCR esté divida y no le dispute el liderazgo de JxC a Pro?
-No. Eso es sumamente natural. El Pro tiene una idiosincrasia más centralista. Nuestra expresión es autónoma de su territorialidad. Y es un gran aporte, porque dentro de las críticas que le haría a nuestro gobierno es que primó una mirada porteño-centrista del país.
-¿Y le molesta que Manes quiera sumar a Juan Schiaretti a JxC?
-No me molesta. Pero ese razonamiento para la provincia de Córdoba es de imposible cumplimiento, porque tenemos la responsabilidad de ofrecer a los cordobeses una opción a 24 años consecutivos de peronismo. De modo que JxC de Córdoba rechaza unánimemente ese planteo de Facu. A nivel nacional, siempre soy respetuoso de las opiniones y estrategias de ampliación de las coaliciones. Sí digo que nosotros tenemos setenta años disputando con una cultura del poder corporativa, autoritaria y muchas veces amafiada. Es un poco extraño que las nuevas incorporaciones nos quieran hacer creer que estuvimos setenta años errados en la estrategia o en el rol que venimos a cumplir en la democracia argentina.
-Morales y Lousteau también coquetean con Schiaretti.
-Como antes lo hacían los dirigentes de Pro. Por eso, es mi opinión. En Córdoba no veo que prospere, pero no soy quién para vetar un razonamiento de esa naturaleza.
-En su video de lanzamiento a gobernador aparece con un águila. ¿Es un guiño al ala dura de JxC y a Macri?
-Me hago cargo de la simbología y semántica. Creo en eso. En ese sentido, hay determinados desafíos que JxC tiene que atravesar: terminar con una cultura de privilegios y con una Argentina corporativa que no da para más. Eso requiere actitudes de coraje y contundencia. Eso se refleja en el juego de las simbologías en estas aves.
-¿Se siente más “halcón” que “paloma”?
-En este caso, un águila.
-¿Su postura fuerte para cambiar el statu quo difiere de la visión moderada o acuerdista de Lousteau o Larreta?
-A Martín lo veo muy comprometido con los cambios estructurales que el país necesita. Que después haya gestualidades que se traduzcan en una cosa u otra…De hecho, Martín ha escrito libros también varios entendiendo la necesidad de que el Estado use bien sus recursos y recupere eficacia y eficiencia. Esa es una de las centralidades del “para qué”: un estado presente, moderno, resolutivo y eficaz.
-¿Y más chico? Macri dice que “no va más el Estado paternalista”.
-No es un tema de tamaño. Tenemos un gasto publico que tiene record histórico y sin embargo no detiene la pobreza: necesitamos un estado presente e inteligente
-¿Por qué se demora el acuerdo en JxC por la candidatura a gobernador?
-Me preocupa. Nosotros sin estridentica ni sobreactuaciones, pero con una posición muy firme creemos que JxC de Córdoba debe tener reglas para dirimir sus candidaturas. En una provincia sin PASO no hay otra que las internas abiertas. Eso puede terminar en una interna o no, pero sin las mismas, es muy difícil sostener la unidad de una coalición tan compleja. De manera que pensar ese andamiaje complejo puede resolverse sin reglas que ordenen…No vemos que haya otro camino.
-La mesa nacional fijó un reglamento.
-Pero el camino debe ser al revés porque los procesos de internas son los que te encaminan eventualmente a los acuerdos. Si lo cimentamos al revés, no hay tiempo materia después de hacer una interna. El miércoles nos pusimos de acuerdo con el Pro y la CC respecto del reglamento y la única expresión que no adhirió es el Frente Cívico. Vamos a seguir esperando que lo haga.
-¿Por qué Juez se resiste a la interna abierta? ¿Teme perder con el aparato de Pro y la UCR?
-Porque me parece que prefiere un camino más corto. Finalmente, los caminos más cortos no son las más conducentes. Para ganarle al peronismo de Córdoba vamos a tener que estar todos unidos. Y, a su vez, necesitamos un proceso estructural que desemboque en que sean los candidatos los que puedan ganar.
-¿Juez está siendo funcional al peronismo de Córdoba al resistirse a la idea de una interna abierta?
-No diría eso, pero está equivocado en los pasos procedimentales. Y me preocupa porque asume el riesgo de toda la coalición. Luis está acostumbrado a tener una expresión unipersonal. Entonces, desconfía y le cuesta allanarse a reglas.
¿Juez está solo o tiene el apoyo de Larreta y Bullrich?
-No lo veo solo, sino con apoyaturas nacionales y también en sintonía con muchos radicales.
-¿La sintonía entre Morales y Lousteau no se refleja en su vínculo con Negri?
-Estoy muy bien con Negri. Y el tiempo le dio comprensión a nuestro planteo con los bloques y hoy estamos conviviendo de una forma muy ordenada. Y lo que más importa que es unificada de cara a la sociedad.
-¿En JxC hay un dilema sobre cambio light o shock de derecha?
-No lo veo. Hay más coincidencias en el diagnóstico y las soluciones.
-¿Se necesita un ajuste “drástico” en 2023?
-Tiene que haber austeridad para que se disminuya el brutal ajuste que se está haciendo al sector privado.
-¿A JxC lo salva una interna con fórmulas mixtas?
-No creo que este en riesgo la unidad de JxC, aun sin PASO. A JxC lo salva una actitud marcada de vocación de servicio de sus dirigentes.