En las últimas semanas los dólares financieros se despertaron y empezaron a subir y a ponerse al día respecto de la inflación acumulada. De esta forma, el viernes pasado el blue volvió a superar la barrera de los $320, una cifra que no se observaba desde mediados de julio, mientras que el dólar Bolsa (también llamado MEP) cerró a $316,07 y el contado con liquidación (CCL), a $323,17. La entrada en vigor de la nueva versión del dólar soja –cotización que fue de $200 en el programa original y que ahora será actualizada por inflación hasta los $230– no apaciguaría, sino que podría darle más aire a la escalada de los paralelos por la emisión monetaria asociada y la demanda de los productores al liquidar la cosecha y hacerse de pesos.
Al igual que en la primera versión del programa, la diferencia entre los dólares que el Banco Central compra más caros y los que vende al tipo de cambio oficial será compensada por el Tesoro mediante una letra colocada en el BCRA.
“En vista del efecto monetario que volvería a tener asociada la nueva versión del dólar soja, sería previsible una continuidad del reacomodamiento alcista reciente en los dólares financieros”, anticipó el economista Gustavo Ber, y agregó que la emisión monetaria, junto al desafío que representa el creciente roll-over de la deuda en pesos por delante, así como el adelantamiento del clima electoral, “inclinan a los inversores hacia una mayor dolarización, mientras en contraposición van cerrando las apuestas hacia el carry trade de los últimos tiempos”.
Por su parte, el analista financiero Christian Buteler desestimó un impacto inmediato, aunque sí lo avizora en el mediano plazo, como sucedió con la primera versión del dólar soja. “No creo que mañana [por hoy] mismo tengas algún impacto en el tipo de cambio por la implementación del dólar soja. El impacto lo vas a tener cuando los productores empiecen a recibir los pesos, como pasó con el programa dólar soja 1. A mediados de septiembre, el dólar empezó a subir y terminó un 10% arriba del mínimo que había tocado ese mismo mes. Obviamente los productores terminan dolarizando parte de los pesos que reciben en el MEP, que es el único mercado en que pueden hacerlo. Entonces la realidad es que no creo que haya un impacto mañana [por hoy], pero sí en el mediano plazo”, analizó.
Para el economista y socio en FMyA Fernando Marull, lo que ocurrió en septiembre pasado es un hecho, pero entiende que la suba de las cotizaciones paralelas sería algo transitorio, ya que los efectos del plan dólar soja fueron más auspiciosos que negativos.
“El impacto en el dólar en septiembre por el plan soja 1 es un hecho, pero, si uno se pone a analizar lo que pasó en toda la economía, fue positivo. Subió la recaudación, subieron las reservas internacionales y el costo fue una mayor emisión. Eso transitoriamente te hace subir el dólar, pero el impacto lógico debería ser que no ocurra, porque el impacto en las reservas es mayor que la emisión de pesos”, opinó.
Más allá de esto, señaló que ahora puede haber efectos en los paralelos porque el productor que venda estará muy líquido porque se llenó de pesos en septiembre, y ahora seguro se dolarizará más que en ese mes. “Si desde esta semana arranca muy por arriba el dólar MEP por esta presión de más pesos, posiblemente el Gobierno saque alguna medida, como hizo en septiembre, cuando limitó la operatoria de las cooperativas y todo lo que no sea personas físicas”, advirtió.
Por último, el director de análisis macroeconómico de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, explicó que es difícil precisar el impacto de la medida en las cotizaciones alternativas del dólar por el doble efecto.
“Tenés, por un lado, que el Gobierno va a poder acumular un poco más de reservas, y eso puede venir bien para calmar la tensión cambiaria, pero también es cierto que los productores se hacen de pesos y, si bien está prohibido para las empresas, las personas físicas pueden eventualmente comprar y presionar un poquito. Pero yo creo que debería ayudar a calmar un poco las aguas, aunque después está todo lo demás que pasa en la Argentina. En principio, ayudaría sobre todo por el lado del Banco Central, que dejaría de perder reservas”, puntualizó.
La última licitación
Otro factor que podría avivar la cotización de los dólares financieros es la licitación de deuda que enfrentará hoy el Tesoro con vencimientos por cerca de $260.000 millones (el mayor registro desde fines de junio), donde se estima que prácticamente la totalidad se encuentra en manos privadas, tras el canje instrumentado este mes.
Según Bruno Bonfati, analista de Ecolatina, la incertidumbre sobre la sostenibilidad de la deuda en pesos y sobre si será suficiente para financiar el déficit fiscal frente a un último bimestre de vencimientos abultados, y donde la estacionalidad del gasto suele incrementar el déficit primario, aún no muestra signos de mejora.
“Si bien el Tesoro logró patear buena parte de los vencimientos en el corto plazo mediante un nuevo canje, hubo una baja participación del sector privado pese a la doble cobertura que ofrecen los bonos duales. Sumado a esto, la primera licitación del mes dejó sabor a poco y un financiamiento neto bajo en comparación con los meses previos. Por tal motivo, será crucial el desempeño del Tesoro en la próxima licitación, para la cual se repite la misma estrategia: evitar utilizar instrumentos con CER y apuntar a financiarse principalmente con Letras a tasa fija (lo que probablemente le exija convalidar una nueva suba de tasas) con vencimiento en el corto plazo, aunque esta vez el menú es un poco más atractivo al incorporar bonos dollar-linked”, detalló.
Según su análisis, con vistas al último mes del año, el Tesoro deberá captar en el mercado local un monto considerable de financiamiento neto para cubrir el rojo fiscal. “En tal sentido, estimamos que las autoridades apuntarán a incrementar la participación de organismos públicos y bancos en las licitaciones para compensar la postura conservadora que comienzan a mostrar buena parte de los inversores privados”, concluyó.