Esperanzado y optimista en base a encuestas recientes que muestran un freno en la caída de la imagen de su gestión, el presidente Alberto Fernández tiene en su agenda de esta semana una visita de alto voltaje político a Mendoza, provincia gobernada por el radicalismo y que sufrió un duro cachetazo del Gobierno a fin de año con el laudo por el freno al demorado proyecto hidroeléctrico Portezuelo del Viento.
Fuentes oficiales confirmaron que el Presidente tiene previsto estar pasado mañana en el municipio de Lavalle, donde gobierna el PJ mendocino, para la inauguración de una planta de tratamiento de efluentes. Por tratarse de una obra llevada a cabo con fondos nacionales, lo acompañará el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, cuyos funcionarios ya le avisaron a sus pares mendocinos sobre la realización del evento, tal como también confirmaron desde el gobierno del radical Rodolfo Suarez.
Se trata, por cierto, de un paso que ya despierta polémicas, habida cuenta del laudo presidencial que a fines de diciembre falló en favor del reclamo de La Pampa en su disputa con Mendoza por el proyecto Portezuelo del Viento. “No sé cómo hace para venir, acá la gente está muy enojada con él, incluida La Cámpora”, destacaron desde el gobierno mendocino, aún molestos por el fallo, que obliga a nuevos estudios ambientales antes de avanzar con la obra en el río Colorado.
“Hacer un nuevo estudio de impacto ambiental y someterlo al consejo de gobernadores (donde se decide por unanimidad) es decirle no a Portezuelo del Viento”, dijo el gobernador Suarez vía twitter, en la última semana de diciembre.
Desde el cristinismo, la senadora nacional mendocina Anabel Fernández Sagasti definió aquel fallo como “una muy mala noticia para Mendoza y para el país” y repartió culpas entre “la falta de trabajo y gestión de Suarez” y la “(falta) de voluntad del Presidente” en ese rubro.
Una curiosidad: al día siguiente de pasar por Mendoza, Fernández estaría el jueves en La Pampa para visitar las obras del gasoducto Néstor Kirchner, esta vez junto al gobernador peronista Sergio Ziliotto, quien festejó el laudo presidencial como un triunfo político.
En Mendoza, las PASO provinciales están previstas para el 11 de junio próximo y las generales para el 24 de septiembre, pero las seis intendencias peronistas desdoblarían las elecciones locales para abril, ansiosas por “despegarse” de una eventual derrota en la batalla por la gobernación. Según las encuestas que maneja Juntos por el Cambio, el exgobernador radical Alfredo Cornejo y el diputado nacional Omar de Marchi (presidente de Pro provincial y armador nacional de Horacio Rodríguez Larreta) sostienen las mayores chances de quedarse con la gobernación, aunque antes deberán saldar entre ellos sus diferencias en las primarias o por acuerdo previo, algo que por ahora está lejos.
Cerca del Presidente, en tanto, defienden la estrategia de recorridas y visitas presidenciales, que coordina el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y que la semana pasada tuvo como epicentro la costa bonaerense, con actos en Mar del Plata, Miramar y Chapadmalal. “Alberto está optimista, en las últimas recorridas le ha ido muy bien, sobre todo en el contacto mano a mano”, afirmó un dirigente con despacho cercano al del jefe del Estado, que esta tarde encabezará un acto en Casa Rosada junto al ministro de Ciencia, Daniel Filmus.