Con representantes de todas sus tribus, la CGT reunirá este martes a su mesa chica para alinear al sindicalismo casi a pleno detrás de la precandidatura presidencial de Sergio Massa. Lo novedoso del encuentro en la sede de UPCN será el regreso a las conversaciones internas de Pablo Moyano y Luis Barrionuevo, quienes antes del cierre de las listas de candidatos apostaban por Daniel Scioli y Eduardo de Pedro como posibles postulantes del oficialismo.
La intención de la central obrera es invitar a Massa a la sede de Azopardo y escenificar el apoyo a pleno del consejo directivo a pesar de la inflación anual de tres dígitos. Después de ese primer paso, se avanzaría en un acto de campaña en algún estadio para antes de las elecciones primarias del 13 de agosto. “La ides es consolidar a la CGT y entender la tolerancia que debe haber entre nosotros y los diferentes sectores. Queremos ser parte de la estrategia y del accionar político que va a llevar adelante Massa para ser el próximo presidente de los argentinos”, explicó un sindicalista que participa de los detalles de lo que será la visita del ministro de Economía.
Con esta iniciativa, la CGT busca recuperar terreno en la campaña de Unión por la Patria después de haber quedado relegada del armado listas y con una cosecha casi nula de candidaturas. Solo ingresaría al futuro Congreso Mario Manrique, del Smata, aunque la decisión de haberlo puesto en el tercer escalón de los postulantes a diputado nacional no se interpreta como un gesto a la central obrera sino un reconocimiento al dirigente, que está alineado al kirchnerismo. Desde diciembre próximo, el sindicalismo peronista tendrá la menor representación de los últimos 50 años en el Congreso: retendrá solo 5 de las 10 bancas de diputado que mantiene desde 2021, según publicó Infobae. Solo sumará ahora la del número dos del gremio de los mecánicos, que tiene su ingreso asegurado como candidato a diputado nacional en tercer término en la lista de Unión por la Patria en la provincia de Buenos Aires.
La candidatura de Massa siempre fue la opción electoral preferida de la cúpula de la CGT. De hecho, Héctor Daer, uno de los jefes, jugó fuerte a favor del exintendente de Tigre el viernes 23 de junio, cuando la fórmula oficialista era De Pedro-Manzur. “Pusimos al candidato a presidente”, ironizaron varios dirigentes sindicales de peso cuando se los consultó por la magra cosecha sindical en las listas. Si bien Massa siempre fue el favorito para los gremios a pesar de la inflación y el ajuste, no fue el único. Algunos dirigentes apostaron por De Pedro, como es el caso de Barrionuevo, que le brindó al camporista el apoyo de 40 sindicatos propios, o de Pablo Moyano, que antes del cierre se había mostrado con Scioli y otras agrupaciones ligadas al transporte.
Quien quedó muy enojado con Scioli es Hugo Moyano después de haber sido anunciado como primer candidato a diputado nacional de la lista que encabezaba el exgobernador. Al jefe camionero no le gustó nada el ida y vuelta, y cómo se manejó la resolución a partir de dos fuentes cercanas al líder sindical. De hecho, la semana pasada, durante un acto de las 62 Organizaciones Peronistas cuestionó el poco peso de los gremios en las listas y se evitó un apoyo orgánico a Unión por la Patria.
La visita de Massa a la CGT se enmarca también en la intención de los gremios de reunirse con los candidatos presidenciales. Ya hubo un encuentro, aunque intentó mantenerse en reserva, con Horacio Rodríguez Larreta, uno de los precandidatos de Juntos por el Cambio. Con Patricia Bullrich, en tanto, hubo solo conversaciones informales a través de Dante Sica, su referente en temas laborales.