El vocero presidencial Manuel Adorni comunicó que el Gobierno le cambiará el nombre al CCK en el inicio de la rueda de prensa que ofrece diariamente en Casa Rosada.
“Se ha decidido finalmente cambiarle el nombre al CCK (Centro Cultural Kirchner), así que dejará de llamarse como tal y efectivamente se le dará paso a un nuevo nombre”. Así resumió Adorni la determinación que tomó el gobierno nacional sobre el futuro del emblemático espacio creado por el gobierno kirchnerista.
Fuentes de Casa Rosada ampliaron que la motivación principal de esta decisión tiene que ver con que el nombre del ex presidente está vinculado a la “corrupción”; como alternativa de reemplazo apuntan a “alguien que sea de la cultura”. Y aunque no hay nada concreto, el nombre que empezó a sonar fuerte es el de Jorge Luis Borges.
En 2017, la administración que encabezaba Mauricio Macri amagó con avanzar en ese sentido y se generó un enorme revuelo. En ese marco, el por entonces titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, tuvo que salir a aclarar que la iniciativa que buscaba rebautizar el edificio como Gustavo Cerati no había surgido del Gobierno.
El macrismo llegó a presentar en el Congreso un proyecto para que no se pueda poner nombres de personas a los edificios públicos hasta que no hayan pasado 20 años de su muerte.
Ajeno a todas las pulseadas ideológicas el histórico ex Palacio de Correos se convirtió, tras su reforma e inauguración, en un centro cultural neurálgico incluso para actividades políticas: allí Mauricio Macri organizó el G20 al que asistieron los principales líderes mundiales, e incluso realizó reuniones de gabinete ampliado. Algo similar sucedió bajo la administración de Alberto Fernández. El espacio libertario también lo utilizó, por ejemplo, para reunir a los ministros de Salud de todo el país.
De todos modos, en el kirchnerismo sospecharon que algo de esto podía suceder con el cambio de gobierno y el 8 de diciembre, dos días antes de la asunción de Milei como presidente, sorpresivamente retiraron la estatua de Néstor Kirchner que se encontraba en la puerta del Centro Cultural.