El estado actual de la relación que forjaron durante años Javier Milei y Eduardo Eurnekian, uno de los empresarios más poderosos del país, es un enigma. ¿El magnate se benefició de la llegada de Milei a la Casa Rosada y ejerce su capacidad de lobby en las filas de los libertarios? ¿Es una fuente de consulta para sus hombres de confianza en el Gabinete e interfiere en la hoja de ruta trazada por el Presidente?
Milei y Eurekian mantienen una relación cordial y entrañable. Quienes los conocen desde hace años afirman que no cortaron lazos desde que se concretó el cambio de mando el 10 de diciembre, pero que el dueño de Corporación América, la compañía donde el Presidente trabajó durante más de una década, hasta que decidió dar el salto a la política grande, prefirió tomar distancia del experimento libertario para blindar sus negocios. Cerca suyo juran que evita interferir directamente en la toma de decisiones del Presidente. Otros sospechan que los tentáculos del “armenio” y sus sobrinos, que tienen intereses en temas vinculados a la energía y biocombustibles, la agroindustria, la infraestructura y aeropuertos, llegan hasta los puntos estratégicos de la administración de Milei. Es que, con el inesperado ascenso político del economista, el tablero de control del Estado quedó manos de un puñado de exempleados del holding, como Nicolás Posse, Guillermo Francos, José Rolandi o Mariano Cúneo Libarona.
Milei y el empresario que lo apadrinó durante más de una década y apalancó su carrera ascendente en la política volverán pasado mañana a estar cara a cara. Es que el Presidente y Eurnekian confirmaron su participación en nuevo cónclave del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), el evento que reúne a las autoridades de las principales cámaras de la industria, la construcción, el campo, la bolsa y el comercio. Será el primer encuentro público entre el mandatario y el poderoso empresario desde que los libertarios desembarcaron en Balcarce 50. El “armenio” ya no necesitará promocionar a su empleado más histriónico. Incluso, Milei será el principal orador del cónclave del círculo rojo. Altri tempi.
¿Distanciados?
Pese a los últimos desencuentros en público -que fueron motivados, sobre todo, por las duras críticas que le propinó el líder libertario al papa Francisco o su prédica anarcocapitalista y a favor de la dolarización-, Milei y Eurnekian se respetan y preservan los canales de diálogo. Aunque se tienen afecto, no hay simbiosis. Cerca del Presidente relatan que el lazo personal no se ha deteriorado, pero ya no está marcado por la dinámica de jefe y empleado.
Más allá de que Eurnekian, de 91 años, ya no oficia como el padrino del Presidente, tiene llegada a las grandes estructuras de poder de Milei, una herramienta clave para destrabar negociaciones. “Javier lo recuerda como un ‘buen jefe’ y hablan, pero no tiene influencia sobre él”, grafica un interlocutor habitual del líder de La Libertad Avanza. No obstante, hay contactos fluidos con otros referentes de Corporación América.
En el mundillo de Eurnekian prefieren marcar distancia de la vida diaria del nuevo Gobierno. Argumentan que el dueño del holding no ha aparecido en actividades del Presidente y que, a diferencia de otros grandes empresarios, no abrió la boca para elogiar públicamente el rumbo de la gestión. Eurnekian se corrió, pero no se ha ido del todo. “La relación está intacta. Eduardo lo albergó durante doce años en la empresa, pero Javier tiene otros pastores en el mundo empresario que lo guían”, retratan en el círculo de confianza de Eurnekian, un experto en desplazarse sin mover el aire en los estamentos más influyentes del poder real.
En septiembre pasado, antes de la primera vuelta electoral, Eurnekian se encargó de remarcar sus diferencias con el estilo y el “pensamiento” de Milei, su exempleado, en una charla con periodistas en el hotel Sheraton, en Retiro. Ante todo, le incomoda su fórmula anti-política. “Si no se modera, no estamos para aguantar otro dictador”, sentenció. Poco antes, el “armenio” había manifestado su disgusto por las duras críticas que Milei le había propinado al papa Francisco, con quien tiene un vínculo cercano. Dijo que sus opiniones estaban fuera de lugar y que el libertario no estaba a la altura para juzgar al Sumo Pontífice. Fue el primer desmarque o señal de que Milei ya no estaba condicionado por él.
El 16 de noviembre, Eurnekian y Milei volvieron a cruzarse en el Hotel Alvear. Fue antes de que el referente de LLA se impusiera en el balotaje contra Sergio Massa. “Tengo 3700 ñatos que trabajan para la empresa. Uno salió fallado, ¿qué querés que haga?”, ironizó Eurnekian, quien después aclararía que su frase no tenía una connotación peyorativa. En rigor, argumentó, quiso destacar que Milei había logrado ser un candidato a presidente con chances palpables de llegar a la Casa Rosada. Lejos de molestarse, el libertario, que conoce a Eurnekian desde 2008, interpretó esas palabras como una broma “divertida” de su exempleador. Tres meses antes, Milei había cuestionado a los “empresarios prebendarios” que “les gusta hacer negocios con el Estado para tener la vaca atada”. Lo hizo durante la reunión del Consejo de las Américas. Ese día Eurnekian estaba sentado en la primera fila, a pocos metros de Karina Milei.
Es sabido que el economista ultraliberal, antes de probarse en política como candidato a diputado nacional en las legislativas de 2021, supo instalarse en los medios de comunicación gracias a los fluidos contactos de Eurnekian. Es más, América Televisión, el canal donde el empresario es accionista, fue una de las plataformas donde Milei pudo promocionar su libreto económico y multiplicar sus diatribas contra la “casta” política, además de machacar con que Marcos Peña y las “palomas” de Pro eran los responsables del naufragio económico de Mauricio Macri. El encono entre Eurnekian y el macrismo se profundizó durante el gobierno de Cambiemos. Macri tensó el vínculo con las autoridades de Aeropuertos Argentina 2000, la nave insignia de Corporación América, cuando pelearon por la concesión.
Retiro táctico
Desde que Milei se impuso en la segunda vuelta, Eurnekian inició una retirada estratégica. A diferencia de otros grandes empresarios del país que orbitan cerca del nuevo poder, como Eduardo Elsztain (IRSA), Alejandro Bulgheroni (PAE) o Paolo Rocca (Techint) y Marcos Galperín (Mercado Libre), el dueño de Corporación América optó por un silencio prudencial y aún no se manifestó públicamente sobre la situación económica, la principal preocupación de Milei, el plan de ajuste que aplicó Luis “Toto” Caputo para controlar la inflación o el set de reformas estructurales que impulsa el Presidente para desregular la economía y que entusiasman al establishment.
Interlocutores habituales del poderoso empresario, que maneja un conglomerado de compañías con peso relevante en el sector aeroportuario, la agroindustria, energía (CGC, que contrala la producción gasífera en Santa Cruz) e infraestructura (Helport), aseguran que está enfocado en sus negocios y que se mueve con prudencia para reducir los riesgos de quedar identificado con la gestión de Milei. Por caso, colaboradores estrechos de Eurnekian arguyen que Corporación América Aiports cotiza en la Bolsa de Nueva York, para reforzar la idea de que el empresario prefiere mantenerse alejado de la política. Eso sí: reconocen que siempre tuvo llegada a los presidentes y que su relación de confianza con Milei no alteró su fórmula habitual de vinculación con el poder. Está, pero no está. “Es respetuoso de la investidura presidencial; nunca dice nada sobre Javier”, señalan sus allegados al empresario.