En medio de la tensión generada por la decisión del Gobierno de clausurar el tratamiento del Presupuesto 2025, la oposición dialoguista y el oficialismo fracasaron, por falta de quórum, en su intento de aprobar en Diputados el proyecto de Ficha Limpia, que impide que personas condenadas por corrupción puedan ser candidatas. El interés por la iniciativa se renovó luego de que la justicia ratificara la condena contra la ex presidenta Cristina Kirchner en el marco de la causa Vialidad.
La propuesta iba a ser tratada en una sesión especial impulsada por el PRO, la Libertad Avanza (LLA) y la UCR pero llegaron a juntar 128 diputados -les faltó uno para abrir el debate en el recinto- pese a la colaboración de la mayoría de los radicales díscolos de Democracia para Siempre y de Encuentro Federal, el bloque de Miguel Angel Pichetto. Ambas bancadas estuvieron en duda.
El fracaso de la sesión fue vinculado a la decisión del Gobierno de rechazar las modificaciones pedidas por los gobernadores en el presupuesto. Hubo reproches y pases de factura. Uno de los más contundentes fue Rodrigo de Loredo, jefe de la UCR, quien en el debate en minoría se quiso cobrar de las críticas que le hicieron al radicalismo durante este año.
«Nuestro bloque ha sido examinado casi bioquímicamente», arrancó el cordobés para destacar que la bancada «ha traído la totalidad de sus diputados» para avanzar con el proyecto de Ficha Limpia. «Muchas veces quienes nos señalaron con los dedos, hoy muestra notables ausencias que imposibilitan que esto se haya aprobado», disparó el legislador señalando al oficialismo y al PRO.
De Loredo también cuestionó «el apuro» que mostró el presidente de la Cámara, Martín Menem, por dar por caída la sesión al rechazar un pedido de la diputada del PRO Silvana Giudici de una prórroga de 15 minutos, cuando se habían cumplido los 30 minutos de tolerancia y el tablero mostraba 128 diputados presentes. Este fue un punto que llamó la atención no sólo en el radicalismo sino también en la órbita macrista.