El líder estadounidense califica de “increíble” el encuentro, mientras el mandatario chino pide evitar un “círculo vicioso de represalias mutuas”.
Trump ha asegurado que China ha accedido a retrasar un año sus restricciones a la exportación de tierras raras, uno de los principales puntos de conflicto, y ha anunciado, por su parte, la reducción de forma inmediata del 20% al 10% de los aranceles impuestos en febrero a los productos chinos por el tráfico de fentanilo. También ha asegurado que visitará China en abril, y que este país comenzará a comprar grandes cantidades de soja. Además, *según Trump, han tratado la guerra de Ucrania*: “Vamos a trabajar juntos para ver si podemos hacer algo”, ha dicho.
La parte china ha confirmado los pactos desde Beijing. El mismo Xi Jinping afirmó “estar dispuesto a trabajar con Trump para construir una base sólida para las relaciones bilaterales”.
Un portavoz chino de Comercio ha detallado en una comparecencia que Estados Unidos ha aceptado suspender un año más los aranceles recíprocos del 24% impuestos por Trump a China. Estos ya se habían pausado durante 90 días en mayo tras una tregua sellada entre Estados Unidos y China, y se habían prorrogado en agosto. La pausa expiraba el 10 de noviembre, pero ahora se extiende un año adicional. Pekín se compromete igualmente a suspender un año “las medidas de represalia” adoptadas contra estos gravámenes.


































