Miles de personas salieron a las calles de Nueva York en protesta contra las redadas migratorias de la administración Trump, siguiendo el ejemplo de las manifestaciones iniciadas en Los Ángeles. En Federal Plaza, epicentro de la protesta en Manhattan, se congregaron manifestantes portando banderas de diversos países y coreando consignas contra el ICE, mientras la policía desplegó un fuerte operativo. Hubo forcejeos y al menos 20 arrestos, en medio de una creciente tensión que se replicó en otras ciudades del país. Las protestas, desencadenadas por la intensificación de las detenciones de inmigrantes, ya se han extendido a más de dos docenas de ciudades estadounidenses.
En Los Ángeles y Texas, las movilizaciones derivaron en violentos enfrentamientos con las autoridades, que utilizaron gases lacrimógenos, pelotas de pimienta y balas de goma para dispersar a los manifestantes. La detención del líder sindical David Huerta en Los Ángeles encendió aún más el descontento, convirtiéndose en símbolo de la protesta. Gobernadores como Greg Abbott en Texas anunciaron el despliegue de la Guardia Nacional para contener las manifestaciones, mientras organizaciones sociales insistieron en la necesidad de continuar la lucha por los derechos de los migrantes frente a las duras políticas del gobierno federal.