Aún en la derrota, el objetivo es cambiar el clima. A 72 horas de la caída electoral, el oficialismo prepara una multitudinaria movilización en respaldo al presidente Alberto Fernández que se presentará como una “señal de fortaleza y poder”.
Desde el escenario, en el que estará solo, el jefe del Estado volverá a convocar a la oposición al diálogo tras la publicación del decreto que en el que prorrogó las sesiones ordinarias hasta el 31 de diciembre, “un gesto de apertura política”, según resaltaron desde el gobierno nacional.
Con la CGT, movimientos sociales, La Cámpora e intendentes movilizados, el acto en la histórica Plaza de Mayo buscará escenificar músculo callejero y la unidad del Frente de Todos.
El Presidente será el único orador en un escenario en el que intentará recomponer su imagen. En la primera línea, debajo de la tarima, habrá unos mil dirigentes de la coalición de gobierno. Detrás de ellos, se espera entre 120.000 y 150.000 personas.
“Paramos la sangría, ahora empieza la segunda etapa del Gobierno”, resumieron cerca del Presidente, quien así encabezará la celebración del Día del Militante.
“Mañana a las 15 nos volvemos a encontrar en Plaza de Mayo», publicó el ministro del Interior, Wado de Pedro en su cuenta en la red social Twitter. Esa señal sirvió para despejar las dudas que hubo sobre la presencia de la agrupación que lidera el hijo de la expresidenta, Máximo Kirchner.
En Balcarce 50 vivieron las horas previas a la presentación como la antesala del relanzamiento del Gobierno al que asistirán, en palabras de la portavoz Gabriela Cerruti, «el Frente de Todos, el Partido Justicialista, los movimientos sociales, la CGT y todos los movimientos políticos».
Y agregó: “Es un día muy importante para todos nosotros porque es un día histórico. Además, se pone eje en algo que fue muy importante en esta elección que es la posibilidad de estar en la calle conversando con la gente, discutiendo, escuchando, tratando de ser la red, el nexo entre el gobierno y las políticas de Estado y la gente”.
Previo a la reunión del jefe de Gabinete, Juan Manzur, con los flamantes secretarios generales de la CGT, Héctor Daer (Sanidad), Pablo Moyano (Camioneros) y Carlos Acuña (Estacioneros), dirigentes gremiales como Andrés Rodríguez (UPCN), Hugo Yasky (CTA) y Sergio Palazzo (Bancaria) renovaron su llamado a movilizarse mañana.
“Va a ser multitudinario y va a iniciar el camino para resolver la pobreza y el desempleo en la Argentina”, resumió el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky. El también diputado del Frente de Todos aseguró que el oficialismo recuperó «una posición electoral muy importante» en la provincia de Buenos Aires «y el país va a seguir funcionando sin que ninguno de esos pronósticos de catástrofe haya tenido la más mínima posibilidad de cumplirse».
En esa misma línea habló el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano: «El resultado de las PASO prendió la llama de la militancia. Creían que ya íbamos a estar todos peleados y no ocurrió: se priorizó que la derecha no puede volver nunca más. La marcha de mañana será una demostración de unidad», dijo.
El Presidente recibió el martes pasado a una comitiva de la CGT y de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep) y surgió allí por primera vez la posibilidad de activar una movilización en respaldo después de los comicios.
Si bien De Pedro no participó aquella vez del diálogo con los dirigentes gremiales y sociales, tras algunas dudas finalmente el ministro del Interior, junto al secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, se sumaron a las negociaciones y acordaron su participación.
El llamado a movilizarse se oficializó desde el PJ, después de una reunión específica para organizar el acto de la que participarán múltiples sectores, desde los gremios y movimientos sociales a intendentes, gobernadores y La Cámpora.