CÓRDOBA.- A cinco meses de su aprobación, finalmente “los Chachos” comienzan a circular en La Rioja. Son los Bonos de Cancelación de Deuda (Bocade) que el gobernador Ricardo Quintela decidió emitir después de que, en febrero, la Legislatura lo autorizara. El argumento es que potenciará el circuito financiero local, “reactivando la economía y el consumo”. Su administración subrayó que tienen “un valor de 1 a 1″ con relación al peso. Como toda cuasimoneda, será su derrotero el que termine definiendo el precio de cambio. El presidente Javier Milei ratificó que la Nación no rescatará esos papeles.
Anoche, en la entrevista en TN, Milei planteó: “No voy a rescatar las cuasimonedas, que se hagan cargo quien las emites; van a perder valor, y engañan a la gente con un papel”. En enero, cuando el Gobernador las anunció, el Presidente ironizó con “bienvenidas las monedas provinciales a la competencia, las cuales, les quiero señalar, a diferencia de lo que pasó en el pasado, de ningún modo van a ser rescatadas por el Gobierno Nacional”.
Quintela tiene autorización para emitir cuasimonedas por $22.500 millones, de los que 30% se pueden destinar al pago de los salarios de los empleados públicos. Según la reglamentación emitida por la provincia, los papeles sirven para comprar “cualquier producto en comercios adheridos y pagar servicios e impuestos provinciales”.
Este mes circularán alrededor de unos $50 millones por los salarios que cobrarán subsecretarios, secretarios, ministros, gobernador y vicegobernador. Quintela solicitó tanto a la Justicia como al Poder Legislativo la adhesión a ese esquema pero no a los intendentes. “La idea es empezar a familiarizarlo con una inyección de $50 millones para los que tengan un poder adquisitivo que puedan aguantarlo o que pueden pagar los impuestos -dijo el gobernador a El Tribuno-. El otro mes tenemos un bono de $50.000 para todos los trabajadores que lo vamos a dar en Chachos. Ahí vamos a poner $3000 millones en circulación que creo que van a tener un efecto muy importante, porque se incorporan al mercado laboral o al sistema financiero”.
Los comerciantes de La Rioja que reciban las cuasimonedas deben ir a cambiarlos a una oficina que la provincia habilitó para ese fin. Ayer, la concejal de Pro Luciana de León subió un video a sus redes mostrando que el lugar está sin mobiliario y sin ninguna señal de que abrirá en breve.
Los bonos impresos son por 1000, 2000, 5000, 10.000, 20.000 y 50.000. “Todos los comercios pueden recibir estos bonos, pero no podrán cobrar ningún recargo ni recibirlos por un valor inferior”, insistieron desde el Gobierno y advirtieron que los locales que se adhieran podrán participar del “rescate anticipado”, la opción que tienen para depositarlos “en las oficinas habilitadas para su conversión en pesos”. Dos días hábiles demoraría la acreditación.
Desde el Centro Comercial riojano indicaron que esperan tener más detalles en los próximos días respecto a los inconvenientes que tienen los negocios más chicos que necesitan efectivo diariamente para comprar su mercadería. “La opción es no recibirlos”, admiten.
En el Banco Central (BCRA) siguen de cerca lo que pasa con “los Chachos”. Por un lado, porque según explicó el vicepresidente del Banco Rioja, Marcelo Becerra, será BR Servicios Financieros, la que se hará cargo del servicio de las cuasimonedas, cuando la ley provincial estableció que el rescate estaría a cargo del banco estatal provincial “u otras entidades bancarias de plaza”. Otro aspecto es que en los bonos impresos no están los datos obligatorios como fecha de rescate e interés que generan.