Durante abril, Estados Unidos registró una significativa reducción en su déficit comercial de bienes y servicios, coincidiendo con la aplicación de los aranceles impulsados por el presidente Donald Trump. De acuerdo con cifras del Departamento de Comercio, el saldo negativo se ubicó en 61.600 millones de dólares, una baja sustancial frente a los 138.300 millones reportados en marzo. Esta disminución ocurrió en un contexto en el que muchas compañías adelantaron importaciones para abastecerse antes de que entraran en vigor las nuevas tarifas.
El resultado sorprendió a los expertos, que preveían un déficit cercano a los 117.200 millones de dólares, según estimaciones del portal briefing.com. Esta cifra representa el nivel más bajo del déficit comercial desde agosto de 2023, reflejando el efecto de las decisiones comerciales adoptadas por la administración Trump tras las elecciones de noviembre.
Durante los primeros meses del año, el déficit comercial se había incrementado notablemente, subiendo de 73.700 millones en diciembre a 138.300 millones en marzo. El economista jefe de HFE, Carl Weinberg, señaló que “la reducción en el déficit nominal se debe principalmente a una fuerte caída en las importaciones, que se dispararon durante el primer trimestre por el temor a los nuevos aranceles”.
La disminución total en las compras externas —que bajaron a 351.000 millones de dólares, lo que representa una contracción del 16,3% en un solo mes— fue el principal factor detrás del ajuste en la balanza comercial. Al mismo tiempo, las exportaciones estadounidenses crecieron un 3%, alcanzando los 289.400 millones de dólares.